Dani Gordo ya no es el seleccionador de Turquía. El técnico del Ademar, que desde hace poco más de un año compaginaba su labor en el equipo leonés con la del combinado turco con el que se iba en los parones de selecciones, pone fin a su cargo en la selección después de llegar a un acuerdo para romper el contrato que les unía hasta el mes de junio.
Gordo, que había asumido el cargo en enero del 2024, había ido formando un bloque y jugando amistosos durante muchos meses, hasta que en noviembre disputó sus dos primeros partidos oficiales, de clasificación para el Europeo de 2026, en los que logró plantar cara pese a la derrota a dos equipos mucho más potentes como Austria (31-28) y Alemania (29-36).
Sin embargo el relevo en la Federación ha provocado un lavado de cara general en toda la estructura del balonmano turco, con numerosos cambios que han terminado afectando también al equipo masculino ante la intención de que su entrenador se dedique exclusivamente a él y no lo compagine con un club, pese a ser algo extendido en las grandes selecciones.
"A mí me contrato un presidente, pero hubo elecciones a final de año, entró gente nueva y quieren su proyecto, así que llegamos a un acuerdo para que puedan trabajar cuanto antes en él", señala a La Nueva Crónica Dani Gordo, reconociendo que "quieren que la persona que lidere el ámbito sea una persona a tiempo completa y yo no puedo hacerlo por mi compromiso con el Ademar".
En noviembre jugó sus dos únicos partidos oficiales, plantando más cara de la esperada a Austria (31-28) y Alemania (29-36)
De esta etapa se queda con que "he conocido un balonmano que desconocía y hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos para que esos chavales tengan una evolución. Jugamos seis partidos amistosos que montamos nosotros con Angola, Kuwait e Irán, hicimos un seminario internacional... en definitiva, intentamos que la implicacion no fuera sólo en el ámbito del rendimiento del primer equipo que es para lo que me contrataron".
Llega pues a su final su segunda etapa en una selección, como en el caso de la de Brasil, en esa ocasión por el Covid, cortada antes de finalizar su contrato, pero eso no hace que el técnico del Ademar se cierre a una tercera aventura internacional: "Veremos, yo soy entrenador de balonmano, siempre que me cuadre y pueda comprometerme, busco que gente quiera trabajar conmigo y proyectos que me ilusionen. Ahora tras ese cambio, a pesar de que hasta junio había compromisos internacionales que es lo que me llama a mí más la atencion, veía que la gente quería otros perspectivas y era mejor ponerle fin cuanto antes, al final estas cosas pasan en el mundo del deporte".