‘La ilusión es lo último que se pierde’. En esa línea ha ido la temporada del CD Ponfesala, un equipo que no se rindió, a pesar de todas las adversidades de la temporada con lesiones, sanciones, cambios de entrenador, pero que lo luchó todo hasta el final para ser una temporada más equipo de Tercera División.
Tras una primera campaña en la que el equipo berciano consiguió ganar la liga y ascendió a Tercera División, llegó una temporada con la máxima ilusión posible, pero no todo fue color de rosas, eso sí, el equipo berciano no bajó los brazos en ningún momento y logró el objetivo. A falta de pocas jornadas para el final, se hizo con una permanencia que parecía un milagro y que consiguió como mejor saben, jugando.
Nadie como Fernando Blanco ‘Dilin’, un ‘multiusos’ dentro del club y que apostó por él desde el principio, conoce la temporada que han vivido. "Todos los inicios en una categoría nueva son difíciles, la plantilla era prácticamente la misma y tiramos de gente de aquí, los de fuera no se animaba demasiado y todo ello con un técnico nuevo. Además de Iván y Carlos, que son dos juveniles, pero que no se comportan como tal y hay que sumar que no pudieron competir hasta enero por problemas de sus fichas con la Federación y se nos quedó una plantilla bastante corta, terminamos la primera vuelta con 7 u 8 jugadores y con solo 9 puntos".
"Fue un proceso largo, pero Iván y Carlos pudieron jugar y demostraron que tienen un nivel diferencial"
Los casos de Iván y Carlos fueron claves, son dos jugadores que son vitales para el equipo y lo acabaron demostrando, pero un problema burocrático los dejó fuera 4 meses. "Pensamos que las fichas ya estaban tramitadas y al principio de liga se les convocó y jugaron, pero más tarde la Federación intervino y nos sancionaron con puntos y dinero. La realidad es que al ser juveniles y estar el equipo en una ciudad de más de 20.000 habitantes, te obligan a tener un equipo juvenil. Fue un proceso largo, pero se solucionó y demostraron que tienen un nivel muy alto".
Una vez solucionado todo, el equipo encaró la segunda vuelta con la máxima ilusión, se reforzó en invierno, no solo con jugadores, sino que también hubo rotación en el banquillo. "Con todos los cambios el equipo se comportó de una manera diferente y conseguimos 3 victorias consecutivas. Tengo que decir que el cambio de entrenador fue la mejor decisión que se tomó desde el club, no nos hubiéramos salvado sin Garrido".
"Siendo sincero, sin la llegada de Roberto Garrido no lo hubiéramos conseguido, lo cambió todo, dio con la tecla"
Para entender la dimensión de tanto cambio, Dilin lo explica así: "pasamos de estar últimos en la primera vuelta a salvarnos a falta de un partido. Eso habla muy bien de Garrido, pero también de las incorporaciones, como Óscar Santín que llegó del fútbol 11, totalmente diferente, y se adaptó a a la perfección y rindiendo como el que más".
Ahí es cuando equipo, afición y directiva comienzan a creer más que nunca en la salvación y en que el equipo no había dicho su última palabra en la liga. Pero una vez más, la temporada volvería a torcerse de la manera más cruel posible. Dilin, su jugador más importante, capitán y el que ‘inyecta’ ese gen ganador y de competitividad sufre una grave lesión de rodilla que lo ha dejado fuera hasta a día de hoy. "Fueron momentos difíciles, no voy a mentir si te digo que la gente pensaba que no lo íbamos a conseguir. Sé que soy un jugador importante, pero los ánimos no eran los mejores y eso se nota desde fuera, pero al final el equipo tiró de casta y lo solucionó. Después de todo, al equipo le pongo un notable, el objetivo el primer año era mantenerse, quizás sin pasarlo tan mal, pero al final lo logramos".
"Hemos dado un salto de calidad muy grande con los fichajes, podemos competirle y ganarle a cualquiera"
La lesión fue más complicada de lo que parecía y tras varias pruebas se dio con la clave, pero Dilin todavía arrastra molestias y no termina de tener buenas sensaciones, aunque llegará a la pretemporada. "Sigo con el fisioterapeuta y la rehabilitación, todavía no toco balón, no tengo la confianza suficiente, no me duele, pero la cabeza no me da confianza para competir, pero para la pretemporada estoy, tengo que fortalecer la pierna e ir poco a poco, pero estaré".
Pensando ya en la temporada siguiente, el club ha mantenido la columna vertebral del equipo, como no al técnico, Roberto Garrido e incluso se ha permitido el lujo de cerrar incorporaciones de nivel, como Raúl Escudero y Bruno Carrera, con experiencia en Segunda B, para pensar más allá de la simple permanencia. "Después de lo mal que lo pasamos la temporada pasada, nos pusimos a trabajar desde muy pronto, para que Ponferrada y la afición pueda disfrutar del fútbol sala y no nos vea pasar tantos apuros. El club ha hecho una apuesta importante por la plantilla y por estar más arriba en Tercera. Los dos últimos fichajes son de un nivel superior y todavía falta alguno que nos darán un salto de calidad importante".
Con los pies en el suelo, Dilin opina sobre la plantilla y cómo afrontan esta nueva temporada. "Esta claro que los nombres no ganan y luego la competición te pone donde te mereces en el día a día, pero siendo realistas podemos competirle y ganarle a cualquiera y estar entre los cinco primeros tranquilamente, ya conocemos la liga y este año iremos a por cosas más grandes".
"Si algo nos demostró esta liga la temporada pasada es que ganar fuera de casa es vital, pero muy difícil"
En esa línea se deja claro el objetivo del club berciano esta temporada: "Con el equipo que estamos haciendo, siendo sincero, debemos pensar por entrar en Copa del Rey. Ganar la liga es complicado hay mucho nivel en varios equipos, tenemos que ser ambiciosos. Esta temporada la veo más igualada y para los equipos de León será todo más cercano".
Por último, Dilin destacó la importancia del equipo para la ciudad, "la afición es espectacular, aquí hay tradición de fútbol sala y eso se ve cada fin de semana cuando metemos a 300 personas en el pabellón y eso te da mucho".
No ha sido la mejor temporada para el CD Ponfesala, pasando por mejores y peores momentos, pero lo que han demostrado es que el fútbol sala en Ponferrada está en muy buenas manos.