Teniente Lydia Valentín, a su servicio

Lydia Valentín ya puede presumir de tener un nuevo título. Si bien la levantadora berciana ha acumulado trofeos y medallas de todo tipo a lo largo de una carrera ya legendaria, aún no había tenido ningún reconocimiento como el que ha recibido por parte del Ejército, que la ha elegido como embajadora dentro del proyecto ‘Marca Ejército’.

Si bien la elección ya se anunció el año pasado, los compromisos deportivos de la de Camponaraya, envuelta entonces en la preparación de los Juegos Olímpicos, impidieron la puesta en marcha de la iniciativa, que arrancó este miércoles con la entrega de la cédula de Embajadora en un acto que se llevó a cabo en el Salón del Trono del Palacio de los Consejos en la villa de Madrid, sede de la Dirección de Acuartelamiento del Ejército de Tierra, siendo presidido por el General Director de Acuartelamiento del Ejército de Tierra, acompañado del General Jefe del Mando de Artillería de Campaña y Comandante Militar de León.

Con la iniciativa del proyecto ‘Marca Ejército’, el Ejército de Tierra pretende hacer llegar a la sociedad los principales rasgos distintivos y valores de la institución, así como la importancia de la Seguridad y Defensa, el papel que en ellas juega el Ejército de Tierra.

«Marca Ejército representa lo que es y lo que realiza el Ejército, siempre en el marco de los preceptos de nuestra Constitución y nuestro ordenamiento jurídico. El Ejército de Tierra debe transmitir confianza, seguridad, abnegación, espíritu de sacrificio y garantía de éxito en cada una de sus acciones, con el objetivo de servir a nuestros conciudadanos», explican desde la institución.

Fruto de todo esto, es el lema adoptado, ‘Ejército de Tierra, la fuerza de los valores’, y la berciana será su abanderada. Así, Valentin será un elemento clave en la proyección de la identidad de ‘Marca Ejército’, asumiendo el compromiso de la difusión de estos valores, de la realidad e imagen del Ejército de Tierra en los diversos ámbitos, contribuyendo de esta forma a incrementar el conocimiento que la sociedad tiene de su ejército.

Y es que si alguien ha demostrado ser capaz de mantener una ética intachable en un contexto difícil, el de una disciplina marcada por los continuos escándalos por dopaje, esa ha sido Lydia Valentín, a partir de ahora, la teniente Lydia Valentín.