
Otra vez la misma historia. Como con Bidasoa y Cuenca, por tercer partido consecutivo de los de verdad (el del Barcelona es un trámite donde sea mejor o peor la imagen sabes que vas a perder) el Ademar sumó un punto de gran valor pero con el que la primera sensación es de saber a poco porque has tenido la victoria en la mano.
Abonados a los empates están los de Dani Gordo, que esta vez firmaron un 23-23 en el campo de un Torrelavega que por plantilla sea seguramente el segundo mejor equipo de la liga y que había ganado de siete goles en la primera vuelta en León, pero que en esta ocasión fue prácticamente todo el partido a remolque de un Ademar al que sólo le faltó rematar la faena para no haberse quedado a dos puntos y con el golaveraje perdido de los cántabros.
Basta con decir que, desde el 6-5, el conjunto leonés nunca había ido por detrás en el marcador. Y que, a 10 minutos para el final, había recuperado la que había sido su máxima ventaja, tres goles, con un prometedor 18-21 que se cimentaba en una espectacular defensa.
Fue una auténtica exhibición de Rodrigo Benites, que venía de una semana con molestias pero se erigió en un coloso que lideró el 6-0, llegando a tapar cada lanzamiento, forzando pérdidas y amargando el ataque de un Torrelavega que echaba mucho de menos a su máximo goleador, un Prokop que se perdía el partido por lesión.
Ademar perdía 5-2, pero tras encajar 2 goles en 18 minutos le dio la vuelta y llegó estar 3 arriba ya en la primera mitad
Con el carioca como líder, pero unos Lindqvist y Alberto Martín muy sólidos como acompañantes en el centro, y Lodos y Edu Fernández siempre fiables en el segundo, el Ademar ni siquiera necesitaba una exhibición tremenda de su portería para dejar en una cifra de goles muy baja a un rival de gran potencial ofensivo, si bien sí que estaba muy bien Álvaro Pérez, que completaba una gran segunda parte y sobre todo forzaba cuatro penaltis fallados a los cántabros.
Por eso, aunque el Ademar sufría para encontrar huecos en una defensa muy intensa como la de Torrelavega, el peligroso amague de escapada inicial de los locales, que salían con un 5-2, acababa siendo un espejismo pues los de Dani Gordo le daban la vuelta con un parcial de 1-6 y cogían una delantera que ya sólo perderían con empates.
Hasta de tres (7-10) llegó a ganar el Ademar, con los árbitros perdonándole la roja a Lombilla en una durísima acción sobre Wasiak, y una mínima ventaja (10-11) al descanso que sabía a poco para la buena imagen ademarista, que había llegado a encajar únicamente dos goles durante un tramo de 18 minutos.
Con 1 menos y tras un 7 metros parado por Álvaro, Carlos forzó y metió un penalti para poner el 22-23 a 35 segundos
No cambiaba el guion tras el paso por vestuarios, con el Ademar tardando casi cinco minutos en encajar su primer gol para dejar claro que su nivel defensivo no iba a bajar, pero Torrelavega cerrando también cualquier vía en su zaga para mantener en un pañuelo un partido que vivía un momento clave con 17-17 en su ecuador de esa segunda mitad.
Dos ataques seguidos tenían los locales para haberse puesto por delante muchos minutos después, pero dos brillantes acciones defensivas, una de Darío Sanz y otra de Benites, forzando en ambas la falta en ataque del rival, lo impedían y lo que provocaban era un parcial de 0-3, con una contra de Carlos, el único gol de un Marwan desacertado en el regreso tras su lesión y una penetración de Adrián Fernández, que le ponían con ese tres arriba que se mantenía con el citado 18-21 a 10 de la conclusión.
Era el momento de rematar la faena, pero el Ademar se encontró con una exclusión de Alberto Martín que le hizo mucho daño, encajando un parcial de 3-0 en ella con el que Torrelavega devolvía las tablas (21-21) e incluso tenía una tercera oportunidad para coger la delantera en la que Álvaro sacó el tiro en seis metros de Colunga.
En superioridad, Isidoro forzó a 10 segundos penalti. Había fallado 4 Torrelavega, pero el más decisivo lo metió Ángel Fernández
Se levantaba Edu Fernández para volver a poner al Ademar por delante a cinco del final y tenía ataque para irse de dos la escuadra leonesa tras otra parada de Álvaro, pero Marwan hacía falta en ataque y Cangiani devolvía de penalti las tablas al marcador.
Llegó entonces el momento más crítico de todos. Tras errar Edu, el Torrelavega forzaba penalti y exclusión de Lodos a 1 y medio de final, pero Álvaro le ganaba la partida a Cangiani, que se topaba con el palo y daba aire a un Ademar que, tras tiempo muerto de Gordo, encontraba en el extremo a Carlos Álvarez, que forzaba un penalti que podría haber sido también falta en ataque, pero que se señalaba y no desperdiciaba el gallego pese a la presión del momento para casi asegurar un punto dado que sólo restaban 35 segundos.
Y en ese botín se quedó la recompensa del Ademar. Porque en superioridad Isidoro encontró el hueco en la defensa y forzó un penalti que, pese a los cuatro fallados con anterioridad, esta vez no erraba un jugador con mucha experiencia como Ángel Fernández, que dejaba a medias a los leoneses.