Se llegaba al segundo corro de Liga en Boñar, el del Pilar, «con todo el pescado vendido», como se dice en el argot, en el aspecto deportivo: los campeones decididos, los dos últimos en León hace una semana, también las plazas de privilegio... sólo quedaba pensar si algún luchador que no hubiera ganado ningún corro en esta Liga que ayer se cerraba se subiría al último tren para inscribir su nombre en ella. La verdad es que parecía difícil pues los gallos ya habían firmado sus cartillas con algún triunfo y Boñar es una plaza en la que no se suelen dar demasiadas oportunidades. Pero nada está escrito.
¿O sí? La verdad es que no se cumplió el guión más lógico y seguramente esperado, que los cuatro campeones de Liga rubricarán su título con una victoria más. Lo cierto es que dos de los cuatro no pudieron hacerlo —Moisés La Roca y Adri el de Villavente—pero quienes les derrotaron ya habían ganado corros: David Riaño en medios (quien no había esperado en exceso para hacerlo pues ganó el primer corro de Liga en Camposagrado)y Rodri La Perla en semipesados, que ya se sabe que cuando La Perla está en modo perla es capaz de todo. Yayer lo estaba, con lo que la sorpresa es relativa.
Los otros dos campeones de Liga se habían vuelto a mostrar intratables. Florián atraviesa un excelente momento de forma y si bien no ganó como en León, «donde parecía poseído», sí se mostró superior. Primero con Sergio el de Grandoso, con el que siempre hay batalla —y se anuncia más para el futuro si se mantienen en el peso—, después con Jesús el de La Braña y en la final con un Mondelo que siempre da la cara, algunas veces se la parten y otras como ayer dejan excelentes sensaciones, llegando a empatar a caída. Pero «va Flori va» está claro que va.
El único campeón de Liga que no era de La Fabricona, Adri, cayó ante La Perla y propició el pleno de Cistierna
Y el otro ya campeón, Kamikaze Pedro (y más sin Caberín) mostró una vez más su poderío. Y se volvió a ver en la final con un Jesús Quiñones que remata así una gran temporada... pero Alvarado sigue siendo otra historia.
¿Y los dos que no ganaron? Pues Moisés comprobó eso de que los peligrosos son los pistoleros silenciosos y su paisano David Riaño volvió a hacer como que estaba de paso y le levantó la final en unos segundos, como si quisiera decir que «hay futuro».
Uno de los aplausos más cerrados de la tarde se produjo... en la entrega de premios, por Tomasuco
La Roca ya había librado una batalla dura a las primeras de cambio, contra otro de los gallos, El Hombre Tranquilo de Valderrueda, Víctor. Se estudiaron, se aguantaron y cuando todos creían que firmaban la tregua hasta el medio minuto de alargue... Moisés soltó un latigazo a falta de un segundo y ganó.
Adri llegó con la Liga recién estrenada, con Tomasuco en la grada, y Rodri en uno de esos días en los que no se sabe si le sale todo o lo ha dado por luchar; como él mismo asegura que «ni yo mismo lo sé...» como para saberlo los demás.
La realidad es que estas circunstancias propiciaron que La Fabricona hiciera pleno en el Pilar, cuatro luchadores del San Guillermo de Cistierna se llevaron ‘el negrillón’ a casa.
El vagón de cola subió hasta Cerulleda por Ainoha
La categoría femenina es más propicia a las sorpresas, o las oportunidades, pues son habitualmente menos luchadoras —lo que multiplica las posibilidades— y, además, son habituales los bailes de subir y bajar de categoría. Ayer volvió a ocurrir y Bea Riaño, la campeona de ligeros, insistió en un intento que ya ha hecho más veces, subir a medios .
Este viaje de ‘la pelirroja de oro’ al más arriba dejaba a las cuatro semifinalistas de ligeros ante la posibilidad de ganar su primer corro de Liga y estar presente en el Campeón de Campeones.
¿Hasta dónde ampliaría su viaje el furgón de cola de la Liga, la última oportunidad? Tenía cuatro destinos posibles: Villacedré, Prioro, Santibáñez... y el elegido, Cerulleda, el pueblo de Ainoha Fierro, la luchadora de sonrisa eterna y apariencia de fragilidad que ha dejado para los póster y las retinas algunas medianas que son marca de la casa. Y del apellido Fierro, una casa en la que se apuesta por la buena lucha.
En medios, con Priscila en un año de gloria que pronto apeó a Bea Riaño, las miradas estaban puestas en dos luchadoras muy jóvenes que se disputaban, nada más y nada menos, que el subcampeonato: Rebeca, la de las tres sangres (La Matica, Matallana y Canseco) y Amaya, la de las dos sangres (Argovejo y Riaño). Ayer se mostró contundente Rebe y se impuso con sus armas de siempre y la garra que la caracteriza, se fue a la final y hasta se creció con Priscila, pero la de León sigue mostrándose tan intratable como que ha ganado corros en las tres categorías.
Ainoha Fierro gana en la última cita de la Liga su primer corro de 2024 y estará en el Campeón...
Y en pesados, Édili García, cerró la Liga de su reencuentro con la lucha día a día, después del nefasto año de lesiones, como lo ha vivido, con una superioridad basada en la buena lucha y el buen estado de forma después de un año de entrenamientos duros y seriedad. Nada pudieron hacer ante ello Paola, tiempo tendrá de seguir creciendo, y Lucía López, que cada año deja la sensación de que podría haber hecho más. Y ella sonríe.
Rebeca y Amaya se jugaban la segunda plaza de medios, se vieron pronto y se la llevó Rebe
En la recta final, en los últimos minutos, pese a que muchos aficionados ya se han ido y otros están de camino ‘revienta’ una cerrada ovación de los que quedan. No hay lucha pero sí un luchador, Tomasuco, que va a entregar un premio y los aficionados parecen querer decirle que están con él y que no olvidan, también que le esperan.
Se apagan las luces. La plaza está llena de cartones, los restos de la feria... esto ha sido todo, en la Liga.