Está sin duda el Abanca Ademar en una posición privilegiada en su grupo de Liga de Campeones, líder con un punto más que un grupo de hasta tres perseguidores que mantienen intactas sus opciones de clasificación para la siguiente ronda. Sin embargo, dada la competitividad que está mostrando el grupo, le queda al equipo leonés además de asegurar los dos partidos que le quedan en el Palacio de los Deportes, asegurar un triunfo fuera de casa que no le haga depender del resto para clasificarse para el ‘playoff’ por un puesto en los octavos de final de la competición.
Dos partidos le quedan a los de Rafa Guijosa para lograrlo, ambos ante rivales directos. Este jueves ante el Dinamo en Bucarest o el próximo día 24 en Polonia ante el Wisla Plock, a priori el rival más complicado del grupo pero a los que los propios leoneses han demostrado poder ganar. Es por eso que el partido que disputan los ademaristas es clave para sus aspiraciones, idéntico a lo que vive un Dinamo de Bucarest obligado a ganar para no descolgarse de la pelea por esas dos primeras plazas.
El Dinamo cayó por la mínima en su visita al Wisla Plock y ha ganado todo lo que ha jugado en casaUn duelo por tanto a cara de perro y de tú a tú el de Rumanía, a donde viajó la expedición del Abanca Ademar en vuelo directo desde Madrid por primera vez en lo que va de ‘Champions’. Un viaje relativamente cómodo por tanto para un Abanca Ademar que entrenó por la tarde en el escenario del partido, un pabellón que ya conoce de la pasada temporada pero que poco se parecerá hoy a donde ganaron los leoneses (24-28).
Porque si en aquella ocasión estaba prácticamente vacío el Dinamo Bucuresti Arena, en esta ocasión se esperan más de 2.000 aficionados en la gradas, con un sector de animación que sin duda ejercerá una presión a favor de los suyos que deberá saber gestionar el Abanca Ademar.
Porque en nada se parecerá el ambiente como en nada se parece el equipo rumano al de la pasada campaña. Los de Constantin Stefan ya demostraron en León tener recursos para ganar a cualquiera y solo un gran partido del equipo de Rafa Guijosa dejó en aquella ocasión los puntos en casa. Para muestra un botón y es que los rumanos caían este fin de semana en Plock por la mínima (29-28).
El trío tunecino formado por Missaoui, Alouini y Bannour unidos a el ruso Komogorov, el croata Kuduz, el bosnio Zulfic o los rumanos Szasz y Negru son los más destacados de un equipo temible en lo físico, pero al que el Abanca Ademar dio una lección táctica en la ida.
Además, suma ahora el equipo leonés a un Ligetvári que debe ser clave en defensa aspirando a mantener la efectividad en portería que ha dado alas al equipo los últimos partidos. En ataque, recuperar la mejor versión en el posicional y especialmente tener la posibilidad de correr el contraataque serán claves para que el equipo leonés pueda traerse un buen resultado de Rumanía siendo también consciente de que el domingo en Cuenca tendrá una prueba de fuego en la Liga Asobal.
Un paso de gigante o un camino tortuoso
El Abanca Ademar busca en Rumanía ante un rival directo un triunfo que le ponga con un pie en la siguiente fase si bien una derrota podría obligarle a ganar al Wisla en Polonia
07/11/2018
Actualizado a
17/09/2019
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