Un regalo, un empate justo y un punto menos para la salvación

El Astorga empata en Langreo en un partido en el que los maragatos se adelantaron gracias a un regalo que no pudieron salvar finalmente

Jorge Alonso
22/02/2015
 Actualizado a 01/09/2019
Cristian saca el balón ante la defensa de un defensor del Langreo. | EL COMERCIO
Cristian saca el balón ante la defensa de un defensor del Langreo. | EL COMERCIO
Llevan Angela Merkel y Hollande varias semanas negociando con Putin y Poroshenko el fin de las hostilidades entre Rusia y Ucrania y no ha habido manera de que ambos países cesen en el conflicto. Parece claro que eso no ha ocurrido porque antes no acudieron a hablar con Langreo y Astorga, que por lo visto en los primeros 70 minutos del partido de este sábado en el Nuevo Ganzábal son los mejores diplomáticos al menos a este lado del globo.

Durante todo ese tiempo asturianos y maragatos firmaron un pacto de no agresión que daba a entender que ambos se daban por más que conformes con un empate al que el Astorga no hacía para nada ascos y que al Langreo parecía servirle para seguir sin complicarse la vida en la clasificación. En todo ese espacio de tiempo, en el que los locales cedieron el peso del balón a los verdes, que fueron mejores pero respetando siempre ese tratado para no llevar peligro al área contraria.

Pepe Calvo apostó por el mismo once que goleó al Lealtad para tratar de seguir sumando en Langreo, y lo cierto es que el equipo se mostró tremendamente serio en un entorno bastante distinto al de La Eragudina.

Sorprendentemente, al cuarto de hora a punto estuvo Diego de hacer saltar la alarma internacional tras estrellar una espectacular vaselina en el larguero de la portería que defendía Adrián Torre. Esa fue la ocasión más clara de la primera mitad, en la que el Langreo solo llegaba al área maragata en acciones aisladas y el Astorga lo hacía a balón parado sin temer nunca ningún equipo porque el primer gol subiera al marcador.

Taranilla se tuvo que retirar cuando se cumplía la primera media hora de partido tras sufrir un golpe y su lugar lo ocupó Rubén sin que apenas se notase el cambio. Los minutos pasaban y el fútbol que se veía bajo la lluvia de la cuenca minera era más bien escaso. El descanso suponía un alivio casi más para los aficionados que para los jugadores y es que la primera parte dejaba la sensación de que mucho tenía que cambiar el segundo acto para poder ver algo sobre el terreno de juego y por qué no, algún gol.

Sin embargo, los primeros minutos de la segunda mitad parecían seguir el mismo guión de la primera, con un Astorga mejor plantado sobre el terreno de juego pero que seguía sin generar demasiado peligro en el área rival.

Curiosamente en ese primer cuarto de hora de la segunda mitad fue cuando el Langreo tuvo su opción más clara del encuentro, la segunda en el global junto a la de Diego en la primera parte. Nacho Calvillo ponía un gran balón en la otra banda para que Pablo Acebal se metiera en el área y cruzase el balón buscando la portería de Javi, que rozó el balón y lo mandó fuera lamiendo el palo.

Borjas se encontró el gol cuando menos lo esperaba, Granda cedió mal el balón y el canario marcó a puerta vacía Las hostilidades comenzaban a superar el alcance de la diplomacia y ya no parecía tan claro que el resultado fuese a acabar con el 0-0 inicial. Lo que no estaba nadie es que el gol llegase en la jugada en la que menos se lo esperaba nadie. Borja Granda se vistió de Rey Mago y cedió mal un balón de cabeza a Adrián Torre, que permitió a Borjas quedarse solo y marcar a placer con la portería vacía. El canario sumaba su 12º gol en 11 partidos de liga y amplía una racha que parece no tener fin. Un gol de delantero puro, de listo, de ese tipo de jugador que hace falta en toda plantilla.

El Astorga se encontraba por tanto en una situación ideal a falta de veinte minutos para el final, pudiendo llevarse tres puntos totalmente inesperados que podrían significar mucho de cara a la clasificación.

Pero la alegría no duró mucho. Annunziata, que debutó en las filas asturianas, certificó las grandes sensaciones que dejaba desde su entrada al campo y pusó un balón al corazón del área que Robert, en una posición acrobática, se adelantaba a la defensa para rematar y batir a Javi Díez.

Lo pasó mal el Astorga en los últimos minutos, dando el empate por bueno una vez Robert empatara la contienda A partir de ese momento el Langreo fue mejor y el Astorga entendió que sumar un punto en un campo tan difícil como Ganzábal no era ‘pecata minuta’. Lo pasaron mal los maragatos en los últimos minutos, siendo el único tramo del partido en el que el Langreo quiso llevar el peso del partido gracias a un enorme Annunziata en tres cuartos de cancha.

Pepe Calvo salvó a Uña por Bandera para asegurar el resultado y defender esos últimos cinco minutos con otros cinco en la zaga. Al final, objetivo cumplido, un punto más a la buchaca y uno menos para la salvación. Esta vez hacerlo bueno será complicado, y es que la próxima semana llegará a La Eragudina un histórico como el Real Murcia.
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