Una Tercera de 24 equipos y dividida geográficamente

La Federación autonómica espera a la fase de ascenso a Segunda B y la decisión de la nacional para cerrar el grupo VIII de Tercera de cara a la próxima campaña

J. Alonso
21/06/2020
 Actualizado a 21/06/2020
Los equipos leoneses ocuparían casi la mitad de un subgrupo. | CYDL
Los equipos leoneses ocuparían casi la mitad de un subgrupo. | CYDL
La Tercera División se centra estos días en la preparación del ‘playoff’ de ascenso a Segunda División B que tendrá lugar a mediados de julio y que en el caso de Castilla y León dará la oportunidad de ascender a Zamora, Arandina, Numancia B o Gimnástica Segoviana en la Nueva Balastera de Palencia.

A que se resuelva ese final de temporada esperan tanto la Federación de Fútbol de Castilla y León como la Real Federación Española para plantear cómo será la categoría la próxima temporada, pero este impás no impide que sean muchas las conversaciones entre directivos, federaciones y delegaciones para comenzar a dibujar esa próxima campaña que traerá muchas novedades.

Y es que todo apunta a que el grupo VIII de la Tercera División contará la próxima temporada con nada menos que 24 equipos, que jugarán una primera fase dividida en dos grupos de 12 por criterio geográfico para luego mezclarse en la pelea, bien por el ascenso a Segunda División B, bien para evitar el descenso.

 Así se desprende de las conversaciones mantenidas entre las territoriales y la federación española, que en el caso concreto de Castilla y León supondría dar un ascenso más para permitir una liga simétrica tras el ascenso administrativo del Real Burgos la pasada temporada. El beneficiado sería el Simancas vallisoletano, segundo clasificado del grupo B de la Primera Regional, que participaría en la Tercera División en una posibilidad que su propia directiva ha señalado ya públicamente como «muy real».

Esa presencia permitiría cuadrar la competición, que a petición de los clubes y para ahorrar gastos en una medida bien vista por la Federación Española, estaría dividida geográficamente a la espera de saber quién asciende y la composición definitiva del grupo. Lo que parece claro es que León y Burgos,las que más representantes tendrán, irían en subgrupos diferentes a los que se sumarían las provincias más cercanas hasta cuadrar la liga intentando no dividir ninguna de ellas.

Tras esa primera fase en la que cada equipo disputaría 22 partidos, los 6 primeros clasificados y los 6 últimos de cada subgrupo pasarían a una segunda fase en la que se cruzarían arrastrando los resultados, por lo que solo deberían jugar otros 10 partidos para pelear, bien por el ascenso, bien por evitar el descenso. Así, la temporada pasaría a ser de 32 jornadas más una hipotética fase de ascenso que reduciría calendario y costes.
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