En el siete contra siete el Ademar se podía haber llevado un partido que hasta la primera expulsión controlaba, sin demasiada ventaja, pero donde sí se veía por encima y desde entonces el marcador se le fue en contra.
Las grandes actuaciones de Rodrigo Pérez y de Darío Sanz no fueron suficientes para acabar con un Valladolid que en superioridad se creció y se lo llevó. Partido muy igualado hasta las decisiones arbitrales, que marcan un antes y un después en el mismo y llevan al Ademar a perder puntos de nuevo fuera de casa y ajustar más la zona de arriba.
Es cierto que los leoneses llegaron tres abajo (30-27) a falta de 7 minutos, pero las réplicas del Valladolid tras anotar impedían que el conjunto ademarista creyese en el empate.
Con el 7-8 el Ademar ya no se vio por detrás en el marcador en toda la primera parte y hasta las rojas
Un partido que ya demostró desde el principio la igualdad en el marcador en el siete contra siete y sin decisiones arbitrales, ya que ninguno de los dos equipos conseguiría una ventaja demasiado grande, de hecho el marcador más grande fue dos arriba.
Comenzaba el partido con un ritmo muy alto y con anotaciones por parte de los dos, además de un Saeid que a los tres minutos ya detenía un lanzamiento desde los 7 metros para evitar la primera ventaja de los locales. Desde ahí errores propios del Ademar en salida, primero Edu Fernández y luego Lindqvist permitían a un Valladolid tener en su mano el partido.
Con el paso de los minutos la cosa se igualaba y el Ademar en transiciones, los 7 metros de Carlos y con las anotaciones de Rodrigo, Marwan y Darío Sanz se ponían por delante. De hecho lo hicieron en el peor momento, con la exclusión de Alberto Martín y fue Carlos el encargado de marcar un vaselina de una calidad tremenda para poner por primera vez a los suyos por delante con el 7-8.
Todavía por delante Benites vio la roja y el Valladolid lo empató y con la de Lindqvist los locales hicieron sangre
Los locales anotaban con facilidad y Saeid no podía parar todo lo que le llegaba, no como Bar que desquició por completo al Ademar con paradas de todos los colores evitando que el Ademar consiguieses la deseada renta de tres o más.
Recuperó Benites con el 10-12 la superioridad, pero de nuevo contestaba Valladolid a los pocos minutos. Una de las claves es que los de Dani Gordo no bajaron los brazos tras encajar los goles y seguían en el partido, de hecho desde el 7-8 no se vieron por detrás en toda la primera parte.
La segunda fue más o menos en la línea de la primera, hasta que los árbitro decidieron lo contrario. Empezar Carlos fallando un 7 metros y mantenía la ventaja de dos (15-17) y desde ahí lo visto en la segunda, respondiendo con goles a los tantos del rival.
El Ademar llegó con el 30-27 a falta de tres minutos, pero las rápidas respuestas del Valladolid evitaron el milagro
Todo hasta que llega la primera roja del partido, Benitesdesestabiliza a Pisonero en el aire y los colegiados no dudan en enseñarle la cartulina roja, aquí se acaba la ventaja en el marcador. Se pasa al 19-19 y en escasos minutos el Valladolid se ponía por delante.
A remolque iba el Ademar que en otro error de Edu Fernández, que no tuvo su día, los locales cogían una ventaja de dos goles (24-22).
Otra de las particularidades fue que los de Dani Gordo no supieron aprovechar las superioridades, de hecho les perjudico y fuer cuando se vio por primera vez el más tres en el marcador con el 26-23.
En el final de partido, con la expulsión de Lindqvist, muy discutida, Valladolid hizo sangre y se marchó a cinco a falta de 10 minutos. Hubo intentos de creer con Álvaro parando y anotando y el 30-27 a falta de tres minutos, pero de nuevo los porteros locales lo truncaron todo y los locales anotaban todo dejando el 35-31 definitivo y golpeando al Ademar.