Cada vez que Florián M. Yugueros, El Rubio de Sorriba del Esla, se agarra a un rival se escucha un grito femenino desde la grada: "¡Vamos Flori!". El chaval sonríe y cuando pierde bromea, "qué más quisiera que darle a mi madre el gusto de ‘darle’, como ella dice". Y es que es Charo, su madre, quien nunca le niega el grito de ánimo, quien nunca se desanima y a la que, seguramente, tardes como las de ayer ‘le paguen’ los cientos de kilómetros que llevan haciendo desde que el chaval empezó, junto a su padre Florián, un habitual de las gradas, muchas veces grabando las evoluciones de Flori.
Yes que ayer, en Valencia de Don Juan, en el frontón, Florián M. acababa de ganar su primer corro de esta Liga, el tercero de su corta carrera (tiene 20 años) después de los que ganó en Riello y Las Manzanedas en 2022. Y ganó con todas las de la ley, luchándole a David de tú a tú, yendo a por él, empatando a caída y media pero sin echarse atrás por llevar la ventaja de haber dado la primera caída. Tal vez en su cerebro resonó el «¡Vamos Flori!» y sacó una cadrilada final que recibió Charo con el dedo en alto y Florián con una sonrisa. "La verdad, no esperaba ganar este año un corro mientras estuviera David, está muy fuerte".
- ¿Y la M. del nombre?
- De Miguel. Cosas de familia,
- ¿No te fías de tus fuerzas?
- La verdad es que sí;pero tampoco tengo las mejores condiciones para luchar, trabajo en la hostelería y ya sabes cómo son los horarios.
David, por su parte, lo recibió con tranquilidad, ya tiene la segunda Liga en su mano, con 19 años, pues le saca 80 puntos, precisamente a Florián, y tan solo quedan 80 por disputarse, 8 corros. Matemáticamente ya es suya, aunque lo recibió con la misma tranquilidad de siempre, con ésa que a la pregunta de "¿qué cuenta David" siempre dice "nada" y sonríe este universitario que tiene muy claro qué es lo primero.
David Riaño ya le saca 80 puntos al segundo en la general, Florián, cuando restan 80 puntos en disputa
Tres de tres
El resto del guión del corro parecía escrito. Tal vez el de ligeros también lo estaba pero lo rompió Florián en ligeros. Los nombres son los habituales: Adrián Rodríguez, Adri, en medios; Tomasuco en semipesados y Pedro ‘El Kamikaze’ en pesados. Estaba ayer motivado Samuel Sánchez, pariente de la concejala que entregaba los premios, y se metió en la final, dejando en el camino a otro de los habituales aspirantes: Jorge Iglesias. Sin embargo, en la final no pudo con el momento de forma que vive Adri; y nuevamente Rubén el de Villabalter se metió entre los cuatro primeros, algo que se va convirtiendo en habitual en los últimos corros. La pena de medios y semipesados es lo mermadas que están estas categorías después del largo mes de agosto, las lesiones... Seis y cinco participantes reduce en exceso la presencia de luchadores de gran calidad, como Adri o Tomasuco, que entran en semifinales y con dos combates son campeones.
Tomasuco siempre deja con ganas de más pues en lo que lucha deja imágenes para el recuerdo. Ayer fue un saque con cruce para iniciar la final con El Ingeniero, además de romperle la tradición de Sergio, que siempre suele dar la primera caída, por fuerte que sea el rival... "pero Tomasuco". Tenía además el de La Vecilla una motivación especial para la victoria, acordarse de Pedro Llamas, El Polvorilla de la Cándana, tantos años compañeros de Club, que ayer perdió a su padre, Adolfo. "Habrá que recordar a Pedro", decía Tomás, un tipo entrañable por más que lo esconda en silencios.
El nuevo Kamikaze
Pesados, por suerte, mantiene una buena participación, aunque ayer faltó nuevamente Víctor J. y Unai lleva tiempo alejado. Pedro domina en este peso pero siempre tienen mucha miga los combates con Caberín. Ayer se volvieron a ver en semifinales y Pedro pasó por una suelta de Abel. El Kamikaze, que le gusta la batalla, le pedía perdón a su manera: "Me fastidia mucho pasar así, me gusta luchar, pero no podía, no sé...".
- No pasa nada, es lucha, hay días que no estás y no estás...
Después ya remató ‘el nuevo’ Kamikaze ante un Jesús Quiñones que se sigue metiendo en finales, pero ayer no le pudo pillar a la contra.