Titular indiscutible para Raúl Llona, Víctor García no juega por lesión desde el 16 de noviembre. Tras salir de inicio en las 13 primeras jornadas de liga, destacando y siendo con su gran rendimiento pieza fundamental para el gran arranque de la Cultural, se ha perdido las cinco últimas y tampoco podrá empezar el año, aunque ya empieza a ver la luz al final del túnel. De su problema, cómo surgió y en qué punto se encuentra, además de de la temporada del equipo, habla el lateral derecho venezolano en una entrevista en La Nueva Crónica.
– Lo primero, ¿cómo se encuentra?
– Me encuentro mejor que hace un par de semanas, sobre todo estos últimos días he notado mejoría. Yo no siento dolor, nunca he tenido, es una cuestión de que no genero fuerza, pero poco a poco he ido mejorando.
– ¿Pero cómo empieza todo? ¿Es a partir de una acción concreta o se levanta un día con dolor?
– Todo es a raíz del partido frente al Celta B, que tras chocar con un jugador de ellos como el campo era pequeño me pego un golpe con el muro. Me quedé dolorido de la espalda, pero luego cuando llegué a casa ya estaba bastante mal y al día siguiente no podía ni moverme. Parecía que iba a mejor y estaba ya sin dolor, pero luego empecé a sentir incomodidad en el gemelo, como un hormigueo que no me impedía de inicio jugar y no parecía darle tanta importancia, pero luego ya fue yendo todo de menos a más.
– Y ya empiezan las pruebas para ver qué es lo que le sucede...
– Sí, me hacen una electromiografía y ven que están los nervios afectados, y una resonancia y descubren que tengo una hernia discal. Eso ya estaba ahí, así que aunque influyó el golpe ante el Celta, lo que tengo se encontraba desde hace tiempo aunque no lo sabía y quién sabe si no podría haberse activado de cualquier otra manera.
«No tengo fecha para volver a entrenar. Lo importante es recuperar bien y sé que debo tener paciencia»
– ¿Es más complicado de llevar que una lesión en la que hubieras sabido de cuánto era el tiempo de baja?
– Psicológicamente es un poco difícil por eso. Después de la semana inicial no es que sintiera dolor, pero me quedó la sensación de que no tenía fuerza. Me dicen que es un problema que no tiene unos días fijados de recuperación, sino que depende de cada persona. Es impotencia, tu puedes no mover bien la pierna por dolor y es más fácil de asimilar, pero que no seas capaz de generar fuerza con ella es algo complejo.
– ¿Y qué solución le dicen que tiene? ¿Es cuestión de reposo, de intervenir o de qué?
– A ver, lo que me dicen es que cuando el nervio esté irritado y se comprime en la parte de la hernia es fastidioso, que la evolución es un poco lenta. Una vez tenido en cuenta eso, debo hacer mucho fortalecimiento de espalda y abdominal para que la hernia se vaya comprimiendo, y también mucho trabajo de fisioterapeuta hasta que me vaya sintiendo mejor.
– ¿Cómo se afronta a nivel mental una dolencia de este tipo?
– Hoy en día estoy ya más tranquilo, sabemos lo que es y soy consciente de que debo tener paciencia y lo importante es recuperar bien. Al inicio no oculto que se me hizo muy difícil porque no pensaba que fuera a ir para tan largo.
«La hernia discal ya estaba ahí aunque no lo sabía. Quién sabe si no podría haberse activado de otra forma»
– De momento no ha entrenado en este nuevo año con el grupo, ¿no?
– No, no, de momento estoy haciendo únicamente gimnasio.
– ¿Y tiene una fecha aproximada para poder volver a entrenar?
– No, todo va a depender de la evolución, pero ahora sí que ves progreso, me va mejor el gemelo, tengo más fuerza, desapareció el hormigueo... me encuentro claramente mejor.
– Llegó además la lesión cuando estaba en un gran momento. ¿Era el mejor de su carrera?
– No sé, pero me sentía bastante bien, desde que se inició la temporada y en general con el sistema de juego del míster, la prueba está en haber querido continuar en la Cultural. Son cosas que pasan y mi foco está en recuperarme.
«Con Guzmán ya me quedé sorprendido la primera vez que subió a entrenar. Tiene un futuro enorme»
– ¿Nota el cariño de la gente y lo expectantes que están por su vuelta?
– Sí lo he notado, en general he notado mucho cariño. Es más, creo que este año me conocen un poco más, que voy con la familia a un centro comercial o a un restaurante, o por ejemplo a sacar al perro, y la gente me pregunta o me da ánimos. Es de agradecer.
– ¿Cómo está viendo a su compañero en el puesto, Guzmán, que apenas estaba teniendo minutos pero tras su lesión ha pasado a tener un gran protagonismo? ¿Qué tal es esa competencia al jugar en la misma posición?
– Yo soy una persona muy autocrítica y la competencia la veo sobre todo personal conmigo mismo. Guzmán, además de una buena persona, es un gran jugador y tiene un futuro enorme por delante, pero esto ya se veía desde que le subían a entrenar el año pasado con nosotros, de hecho yo me quedé sorprendido la primera vez que vino por el talento y calidad que tiene. Este año no había tenido muchos minutos, pero se ha ganado el jugar tantos partidos seguidos y la confianza del míster. La Cultural cree en él y estoy contento de que le estén saliendo las cosas bien.
– Coincidencia o no, con su baja hubo cinco partidos seguidos encajando dos o tres goles antes de volver a dejar la portería a cero enIrún. ¿Por qué cree que llegó ese bajón atrás?
– La temporada es muy larga y muchas veces los clubes tienen esas fases de mala racha, si hubiera estado yo también me habría tocado sufrirla. Lo importante es la capacidad del equipo para reaccionar y después de algunas derrotas ganar ese partido en Irún sin encajar.
– ¿Se mira dentro del vestuario ya claramente en este 2025 al primer puesto tras estar ahí desde la jornada 1 y tener esa ventaja de 5 puntos ahora mismo sobre el segundo clasificado?
– No, seguimos con nuestro foco de ir día a día que hemos tenido desde el inicio. Hemos formado un buen grupo, que encaja bien con el sistema y hace que no se note mucho cuando sale uno y entra otro, todo el mundo tiene interiorizado lo que buscamos y las cosas están saliendo muy bien, no hay que cambiar ese tipo de mentalidad.