De los videomarcadores al homenaje a Urbano y los jugadores que se ganaron a los aficionados

El lavado de cara al Palacio incluyó pantallas gigantes y hubo shows en los tiempos muertos y jugadores que tras el partido de España en León se quedaron con los hinchas tras el partido o incluso volvieron de vestuarios

23/02/2025
 Actualizado a 24/02/2025
Imagen de la afición leonesa en el Palacio. | MAURICIO PEÑA
Imagen de la afición leonesa en el Palacio. | MAURICIO PEÑA

Cuando viene la selección española de baloncesto a León, lo interesante no está sólo en la pista y en lo que suceda durante el encuentro, más si el resultado no tiene importancia real.

Hay mucho más. Por ejemplo, ver un Palacio de los Deportes al que los arreglos que hizo la Federación provocaban que pareciese otro. Dos videomarcadores gigantes marcaban las estadísticas y daban imágenes cuando se paraba el partido, haciendo que algún culturalista dijera que si no podían dejarlos y cambiarlos por los del Reino. Y otras dos grandes pantallas situadas en los laterales mostraban en directo la retransmisión televisiva del choque, ideal para ver la repetición de las jugadas más espectaculares o las polémicas.

Lo que no había es un asiento libre, más allá de las que no se vendieron en la esquina alta del fondo detrás de los citados vídeomarcadores. La noche previa se anunció ya que no quedaban entradas (dónde adquirir las de tribuna y preferencia, que no se llegaron a poner en ningún momento a la venta en web, quedará como el gran secreto) y eso se trasladó a un Palacio con largas colas para entrar, que hicieron que muchos se perdieran ese momento tan especial que en los partidos de selecciones son los himnos, y con numerosas camisetas, bufandas y banderas de la selección.

Las largas colas para entrar hicieron que muchos se perdieran ese momento tan especial de los himnos

No había tiempo para aburrirse ni en los tiempos sin juego, con shows típicamente americanos sucediéndose. Hubo ‘kiss cam’ para que las parejas que se mostraban en el vídeomarcador se besasen (con éxitos mayores y menores), ‘emoji cam’ para que simularan el que les pusieran (no todos entendieron en qué consistía) e incluso el broche final de parecidos razonables entre el público (que por lo general hacía más gracia al resto que al que salía, pero a los que salvo en el caso del de Lola Índigo se les pueden dar buena nota).

Pero además también hubo un momento emotivo con el homenaje en el descanso a un exjugador de baloncesto como Urbano González, enfermo de ELA, que provocó que todo el Palacio se pusiera en pie para rendirle una atronadora ovación.

Hugo volvió de vestuarios a la pista para charlar con Urbano y su familia y atender a múltiples aficionados

¿Y para cerrar? Hubo gestos de los que se apuntan, con jugadores que se ganaron a los aficionados con detalles de esos que quienes los disfrutan no olvidan.

Y es que a la conclusión del choque, durante varios minutos se quedaron firmando camisetas, bufandas y haciéndose fotos cerca del túnel de vestuarios tanto Izán Almansa como Joel Parra, Miquel Salvó, Saint Supery y un Hugo González que dio un paso más.

Porque un rato después de irse al túnel de vestuarios, mientras el resto de la plantilla atendía a los medios de comunicación o se iba duchando, el jugador del Real Madrid regresó a la pista para charlar primero con Urbano y su familia, y para hacerse una foto después con todos aquellos (muchos) que se lo pidieron. Si todo pinta como parece, esas imágenes tendrán mucho más valor dentro de unos años...

 

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