Hay historias de amor que todo lo pueden, parejas que demuestran su unión y la pregonan continuamente a los cuatro vientos. Una de ellas es la de Yuri y la Encina, pues hablar de lo segundo es, en clave futbolística, hacerlo también de lo primero. En un partido flojo de los muchachos de Vélez, el brasileño acudió al rescate como acostumbra en estas fechas festivas, como si la ‘Morenica’ se lo hubiera pedido en el momento de la tradicional ofrenda.
No fue un encuentro fácil. La Deportiva quiso hacer valer su papel de local desde el primer momento y llevar el ritmo del encuentro ante los ánimos de un Toralín engalanado con múltiples banderas del Bierzo. En frente, un Sabadell rocoso que plantó sobre el césped una defensa compuesta por cinco hombres pero que tampoco rehusaba de tener protagonismo con balón.
El ruido del cántico ‘A Ponferrada me voy’ en el minuto 8 se fundió con el provocado por una intensa lluvia que tampoco quiso perderse el partido, mientras en el terreno de juego ambos conjuntos continuaban batallando por empujar a su rival hacia atrás. La acertada presión adelantada de los chicos de Miquel Lladó creaba a la zaga de la Deportiva unas dificultades con las que iba a tener que lidiar para poder encontrar con frecuencia el desborde de David Soto o Raúl Dacosta en posiciones más adelantadas.
En el minuto 18 llegó el primer acercamiento peligroso de la tarde con una internada por el costado izquierdo de, precisamente, David Soto, quien se sacó de la manga un centro-chut sin apenas ángulo que cerca estuvo de sorprender a Ortolà. El conjunto berciano, poco a poco, comenzó a aproximarse más y más hacia la meta visitante, aunque todavía sin poner en verdaderos aprietos al portero. Un zurdazo blando de Carrique desde la frontal del área en el minuto 28 fue el intento más reseñable en la primera media hora de partido.
No obstante, solamente un par de minutos después, el Sabadell consiguió inaugurar el marcador en una jugada a balón parado. Un centro de Callejón desde la esquina fue aprovechado por Toni Herrero para batir a Andrés Prieto, rematando completamente libre de marca a escasos metros de él. Por primera vez en la temporada, el equipo de Vélez afrontaba un escenario en el que se encontraba perdiendo, y los primeros minutos posteriores al gol, lejos de dibujar una reacción, no fueron buenos. Un chut de Cristian Herrera hizo intervenir con solvencia al guardameta blanquiazul, si bien poco después, en el otro área, Pol Llonch dispuso de una oportunidad de cabeza, pero no conectó bien con la pelota.
El que sí lo hizo fue Brais Abelenda al borde del tiempo de descanso. El atacante remató de cabeza en el punto de penalti un buen centro, pero el balón se fue lamiendo el poste izquierdo. Y, acto seguido, al otro lado tuvo que volver a intervenir Andrés Prieto para salvar el 0-2 de Cristian Herrera de una manera formidable en un despiste defensivo de la Deportiva. Con estas dos ocasiones se alcanzó el tiempo de refresco. El Sabadell había sido mejor que una Ponfe demasiado endeble en tareas defensivas y poco imaginativa en ataque.
El segundo acto comenzó sin sustituciones en ninguno de los dos combinados, pero con Yuri de Souza en la banda realizando ejercicios de calentamiento en busca de prolongar su idilio con las jornadas coincidentes con las fiestas de la Encina. Mientras, en el césped, Brais Abelenda lo intentó con un tiro con la derecha que blocó sin problemas Ortolà.
Un Sabadell muy práctico continuó con su guion: aguantar bien plantados sin balón y buscando forzar unas acciones a balón parado con las que se encontraban muy cómodos para buscar generar oportunidades.
Alcanzado el minuto 55, Brais disfrutó de la ocasión más clara del encuentro para la Deportiva hasta el momento al recoger un rechace dentro del área en una posición clara, pero su remate con la pierna izquierda se fue ligeramente alto. A pesar del fallo, este susto resultó ser un punto de inflexión para que el equipo berciano aterrizara en el encuentro, ya con Ernesto Gómez en el césped tras superar su lesión, Yuri y el debutante Clavería, aunque el impulso inicial se fue diluyendo con el paso del tiempo.
Eso sí, en los momentos complicados siempre son los líderes los que se echan a su equipo a la espalda, y eso hizo el de siempre. La historia de amor entre Yuri y la Encina es ya conocida por todos. Sendos hat-tricks a Valladolid o Betis lo demuestran, y el brasileño quiso añadir al Sabadell a su lista negra. Recogió un pase de Markel Lozano dentro del área y, con la calidad de lo caracteriza, colocó el balón pegado al poste derecho de Ortolà con su pierna izquierda para igualar la contienda.
Después de que Andrés Prieto volviera a salvar a la Deportiva, los de Vélez continuaron buscando la portería rival para tratar de voltear el marcador, ya en el tiempo añadido. Brais Abelenda lo intentó de nuevo con un chut alto pero, sin minutos para más, el árbitro decretó el final del choque.
No fue una gran actuación de la Ponferradina, pero el daño pudo haber sido mayor sin la aparición final de Yuri. Un Sabadell que dio una exhibición de practicidad cerca estuvo de llevarse los tres puntos de Ponferrada, sin grandes alardes pero con una actuación completa. Sólo el rescate de Yuri evitó la derrota en la que pudo ser, quién sabe, la última cita entre el delantero y la Encina en el césped del Toralín.