–¿Qué balance hace del mandato anterior y cuáles son los retos del actual?
– El balance es muy positivo, la mayoría de los objetivos se han cumplido. Sobre todo, estamos dando empaque al Camino de Santiago como eje vertebrador de la economía y de la sociedad del pueblo, además de la ganadería y la agricultura que es la actividad principal. Para estos cuatro años queremos fomentar la colaboración con los ayuntamientos cercanos como Villasabariego, Gradefes o Mansilla de las Mulas, reactivar la Comunidad de Municipios Esla-Rueda y poner en valor el dinero público que están invirtiendo la Junta, la Diputación y el Ayuntamiento. La Panera está en proceso de reconstrucción y la idea es dotarla de un sentido cultural. El reto es convertirla en un foco de actividad cultural al servicio de Sandoval que junto al Camino de Santiago son los dos elementos clave para la generación de trabajo y riqueza en nuestro municipio.
–¿Tienen algún proyecto concreto?
– Uno de los objetivos concretos del mandato es poner en marcha un albergue en Mansilla Mayor, para lo que desde el Ayuntamiento instamos a la Junta Vecinal —titular del edificio de las antiguas escuelas en las que se proyecta el albergue— a estar a la altura, como lo estuvo en su día el pueblo de Villaverde de Sandoval, cediendo el uso de la Panera. Esperamos que, finalmente, se impliquen y se ponga a trabajar con nosotros para no dejar pasar la oportunidad, con el Año Jacobeo a la vuelta de la esquina. Una vez que ceda el uso del edificio trabajaremos para conseguir los fondos, pero es necesario ese primer paso. Sería darle vida al pueblo y al entorno, que también beneficiaria a Sandoval y a Villamoros. Crearía puestos de trabajo para la gestión, el mantenimiento, el bar…
–Ya cuentan con la experiencia exitosa de Villamoros.
–Sí. Esas obras significan dos parados menos en un pueblo de 80 habitantes. Igual que el proyecto de las bicicletas para visitar el monasterio. Gracias a esas diez bicicletas se ha generado un empleo y está el monasterio abierto para las visitas gratis a todo el que quiera verlo. Intentaremos que vecinos como Lucía, la guía, que ha acabado los estudio de Turismo, tengan aquí un trabajo y se puedan quedar, como ella, en su pueblo, donde nació. Creemos que esto es combatir la despoblación.
–Durante el pasado mandato han aprobado el plan urbanístico ¿Se ha reactivado la construcción?
–Sí, es algo muy importante para el pueblo. Había gente que tenía fincas urbanas en las que no podía edificar y ahora ya pueden hacerlo. Se ha dinamizado la edificación y hay proyectos en marcha.
– No todo son grandes inversiones.
— No. Por ejemplo, acabamos de recuperar la báscula de Mansilla Mayor, que no tenía puerta, el tejado de uralita estaba deteriorado, lleno de hierba… Pero ahora hay vecinos que se sientan ahí, que es un punto más de interés en el municipio. Y hemos mejorado la transparencia del Ayuntamiento, en general. Tenemos unas redes sociales muy útiles y se graban en vídeo y se publican los plenos para que todos los vecinos puedan ver cómo se desarrollan.
El gran logro
"Estamos en un municipio en el que la gente se implica muchísimo. El trabajo del Ayuntamiento no es patrimonio exclusivo de la Corporación, ni del alcalde, ni de los cargos… Lo que está pasando es responsabilidad de mucha gente que está implicada, con asociaciones en todos los pueblos. Celebramos la fiesta de la cerveza, se hacen hacenderas, excursiones, semanas culturales, el concierto de Carlos Núñez… La Corporación es la cabeza visible de un grupo mucho más grande que se mueve unido. Somos un ayuntamiento pequeño, no tenemos 20 pedanías, pero nuestro mayor orgullo es que después de estos cuatro años los vecinos se conocen más que antes, hay mucha más relación entre los pueblos. Creemos, que se han cosido socialmente los pueblos y eso es fruto de todos".