Ella llegó hace 25 años a Villamandos porque allí se casó y allí trabaja en la explotación de ovejas familiar. Es de Santa Cristina de la Polvorosa (Zamora) pero un cuarto de siglo viviendo en Villamandos ya la convalida para una doble ‘nacionalidad’ que ejerce con orgullo. «Lo primero son los vecinos», afirma también en reiteradas ocasiones. Lleva dos legislaturas como alcaldesa y la que comenzó en mayo es la tercera, aunque su experiencia en la corporación municipal suma ya doce años ya que antes de dar el paso como regidora formó parte del equipo de gobierno. Bajo las siglas del Partido Popular, formación por la que siempre ha concurrido a las elecciones municipales, consiguió en mayo una amplia mayoría con la obtención de seis de los siete concejales que conforman este Ayuntamiento. Y eso que Susana reconoce que su intención era no presentarse porque «a veces puede el desánimo».
– Me animaron mucho para que repitiese. Me lo pidieron tanto los compañeros del equipo de gobierno y como muchos vecinos. Son ya muchos años y hay que ir dejando paso a gente nueva pero a veces en los pueblos pequeños es complicado encontrar personas comprometidas que quieran encabezar una lista, con que aquí estoy una vez más.
El resultado fue más que positivo con la holgada mayoría que consiguió en las urnas logrando convertirse de nuevo en una de las pocas mujeres alcaldesas que hay a día de hoy en el sur de León. «Pienso que no hay más mujeres alcaldesas porque no se lo han planteado», afirma Susana, que cree en el papel de las mujeres en los pueblos y que por eso se ha rodeado de ellas, como Toñi y Conchi, para conformar su equipo en el Ayuntamiento.
En el municipio de Villamandos, en el que está también integrada la localidad de Villarrabines, hay actualmente unos 300 habitantes, casi unos 150 menos de los que tenían hace 15 años. Allí, como en todo el medio rural, la despoblación lleva conviviendo con ellos muchas décadas y «no es ninguna novedad». «La pena es que igual ya llegan tarde», lamenta Susana. Pero ellos se han enfrentado a ella en la medida de las posibilidades que han tenido a su disposición. Lo han hecho mejorando el asfaltado y las redes de abastecimiento de los dos pueblos del municipio, acondicionando las zonas deportivas, mejorando caminos, conservando el patrimonio de sus iglesias, renovando el alumbrado a led, reformando la Casa de la Cultura y manteniendo en buenas condiciones sus escuelas, entre otras obras que han llevado a cabo en los últimos ocho años.
– No me gusta hablar de grandes proyectos, aquí no los hay. En los pueblos solo es el día a día que ya es bastante complicado. Ahora hemos adjudicado el cambio del alumbrado a led en Villamandos, el arreglo del camino al cementerio y el cerramiento y cubierta de la zona deportiva, además de las bocas de incendio.
Todas estas obras son con cargo a las subvenciones que llegan a los municipios de la mano de la Diputación de León, pero Susana sí tiene algo más que pedir a las administraciones y es que intercedan por los pueblos para que estos tengan mejor conexión a internet.
– Cada vez hay que hacer más trámites con internet y no siempre funciona bien en el municipio, además deberían plantearse el ayudar o asesorar a las personas mayores con ello por si tuvieran que hacer algo con internet.
Pero ahora mismo la mayor preocupación no son los megas, sino los médicos. Han visto como su consultorio de atención primaria local ha mermado la frecuencia de la asistencia sanitaria.
– Antes a Villamandos venía el médico de lunes a viernes, ahora ya solo tres días a la semana. Y a Villarrabines viene solo un día a la semana. Por mantener los consultorios médicos vamos a luchar y a pelar todo lo que sea necesario porque no podemos consentir perderlos. Hace años teníamos de todos los servicios y resulta que ahora que supuestamente somos un país mucho más avanzado... A veces parece que hemos retrocedido.
Cuando en Villamandos se plantean algo, no paran hasta conseguirlo. Lo han hecho con las tradiciones que se perdieron en los últimos años y que han sabido recuperar como fue el caso del paloteo que estuvo dormido en la memoria de los vecinos del pueblo durante 28 años y que hace cuatro recuperaron para que volviese a ser una realidad. Después llegó la recuperación de la tradicional capa y además, poniéndose las pilas con el folclore, han conseguido juntar a un grupo de más de una veintena de personas de todos los pueblos de la zona para bailar jotas. «Empezó a lo bobo, bailando una jota en el día del Corazón de Jesús y mira, Atarce es el grupo que hemos creado», comenta señalando el estandarte que está en la sala contigua, junto al del paloteo y al de las capas. Tres banderas que luce Villamandos siempre que tiene ocasión.
- La gente está muy contenta con ello y al final eso es lo que más vale.