Se trata de algunas de las conclusiones de una encuesta elaborada por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural para conocer la situación y los intereses del colectivo con la idea de aportar sugerencias a la Estrategia de Emprendimiento de la Mujer Rural. Con esta metodología han sido cuestionadas un total de 1.065 mujeres, quien entre sus respuestas demandan cambiar la idea de que la mujer rural es solo “la que vive del campo” para incluir también la que reside en él, y piden iniciativas que van desde ayudas para aquellas que tienen más de 40 años, la comercialización, incluida la online, avanzar en el apoyo a explotaciones y asesoramiento en seguros agrarios y formación desde otras consejerías para las mujeres que quieren vivir en el medio rural pero no desarrollar una actividad agrícola o ganadera, informa Ical.
El consejero de Agricultura, Jesús Julio Carnero, fue el encargado de presentar en el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) los resultados de la encuesta a seis asociaciones de mujeres rurales de la Comunidad (Femur, Amfar, Fademur, Afammer, Ismur y Ceres), en un proceso que se inició el 11 de octubre con reuniones sectoriales con las organizaciones profesionales agrarias, Urcacyl, los grupos de acción local, Vitartis, Cecale, las cámaras de comercio, las diputaciones provinciales y las escuelas de Formación Agraria.
“Las mujeres de la Comunidad han participado y nos han indicado qué necesidades tienen y por dónde deberíamos continuar trabajando. Las hemos escuchado y las vamos a hacer caso porque su interés es el nuestro y su futuro el de la Comunidad”, señaló Carnero, quien avanzó que con las sugerencias se completará la Estrategia de la Mujer Rural, que verá la luz entre marzo y abril, si bien hasta entonces se puede seguir aportando consideraciones en el correo electrónico dejandohuella@jcyl.es. También recordó que “el objetivo es visualizar a la mujer y promover el emprendimiento, la formación, la consolidación e impulsar el empleo en el medio rural en los ámbitos agrario y agroalimentario”.
Así, algo más de la mitad de la encuesta, finalizada en el mes de enero, fue respondida por mujeres que residen en localidades de menos de 500 habitantes, y casi seis de cada diez cuentan con entre 30 y 50 años. De las más de mil entrevistas, tres de cada cuatro aseguró que utiliza el vehículo todos los días, lo que pone de manifiesto la necesidad de utilizar medios de transporte propios cuando se vive en el medio rural.
Además, el 28 por ciento pertenece a una organización agraria y siete de cada diez de ellas trabaja en el propio medio rural (el 40 por ciento en el sector primario, el 23 en servicios y el cuatro por ciento en forestal), mientras que el 30 por ciento restante se desplaza a ciudades cercanas. Además, únicamente el siete por ciento de las encuestadas se encuentra en situación de desempleo (tasa más baja que el paro de mujeres en la Comunidad, del 13 por ciento, y España, 15,6).
Igualmente, en el 84 por diento de sus domicilios viven entre dos y cuatro personas; la mitad reconocer tener hijos a su cargo y, respecto a la educación de éstos, dos de cada tres admiten que disponen de centros educativos en su localidad, mientras que un 32 por ciento lamenta que debe desplazarse a otro núcleo.
Demandas
Carnero informó de que entre las medidas de apoyo de la Consejería de Agricultura, en las que las mujeres aparecen como “colectivo prioritario”, las más conocidas por ellas son las ayudas a la primera instalación de jóvenes agricultores (un 18 por ciento de las encuestadas), las de cursos de formación agraria y agroalimentaria (15) y el apoyo a las inversiones en las explotaciones agrarias (12).
Pero en lo que todas ellas coinciden es la puesta en marcha de servicios educativos, sanitarios y comunicaciones que les igualen al medio urbano. También piden más servicios que les permitan conciliar más fácilmente la vida familiar y laboral, así como potenciar la puesta en marcha de negocios relacionados con el ámbito agroalimentario de la zona junto con los productos turísticos.
Cinco ejes
En el encuentro celebrado este lunes Carnero avanzó los cinco grandes ejes sobre los que va a girar la Estrategia de Emprendimiento de la Mujer Rural en los ámbitos Agrario y Agroalimentario y que buscan mejorar la posición de la mujer. En este sentido, enumeró la formación, que tiene el objetivo de continuar desarrollando iniciativas, así como seguir difundiendo los programas de formación y asistencia en programas de capacitación agraria con enfoque de igualdad; empleo y emprendimiento para tener la intención de impulsar el acceso al empleo, así como el desarrollo de la actividad emprendedora de la mujer en el medio rural en los ámbitos agrario y agroalimentario a través de financiar sus proyectos, asesorar en el desarrollo del proyecto y difundir las ayudas y oportunidades de empleo.
En tercer lugar, la consolidación e impulso del empleo y empresas en los ámbitos agrario y agroalimentario en el medio rural a través de la financiación de los proyectos y el asesoramiento para conseguir desarrollar la comercialización, la exportación e la internacionalización; y también promover la “autoconfianza, el empoderamiento y el liderazgo” en la toma de decisiones, haciendo efectivo el principio de igualdad y participación femenina, y promoviendo la labor de las asociaciones y cooperativas agroalimentarias de mujeres. El último eje es la visibilidad, destinado a dotar a las mujeres de herramientas que incrementen su presencia social, política y económica, a través de campañas específicas que pongan en valor su papel.
Plasmar el papel en realidades
Las seis organizaciones de mujeres rurales a las que se presentó la encuesta aplaudieron la misma por ofrecer una fotografía del colectivo en la Comunidad. No obstante, coincidieron en que ahora es necesario plasmar las reivindicaciones recogidas en el papel en la realidad mediante inversiones.
Así, Mar Hontoria, de Afammer, reclamó reducir la burocracia, mejora de los servicios e infraestructuras y puso en valor que las mujeres del medio rural reclamen más formación a pesar de su alto nivel educativo. La presidenta de Fademur Castilla y León, Loreto Fernández, apeló al trabajo para “hacer real” las peticiones del colectivo y se preguntó a la Administración “por qué la gente no apuesta por quedarse en los pueblos cuando admiten que es un lugar propicio para emprender”.
Igualmente, María José Garre, de la asociación Ceres, cuestionó que un 50 por ciento de las personas que realizan los cursos de incorporación al sector primario corresponde a mujeres, pero luego sólo el 23 por ciento de ellas finaliza emprendiendo. También lamentó que “pocas mujeres gozan de la titularidad compartida a pesar de todo lo que costó conseguirlo”.
Maite Resina, de Amfar, aplaudió que se haya tenido en cuenta la opinión de las mujeres para la estrategia, mientras que Juana Borrego, de Femur, ensalzó que las trabajadoras “quieren quedarse en los pueblos, y principalmente en el sector agrario y ganadero”. Por ello, pidió un pacto de Estado por el reto demográfico que tenga como eje al ámbito primario y que se sostenga en la prestación de servicios esenciales y adecuados “como en las ciudades”. “Tenemos los mismos problemas que en 1991”, comentó Borrego, quien añadió que hay que apostar por nuevas tecnologías, internet y una velocidad de conexión “adecuada”. También, consideró “corta” la encuesta por el número de consultas, pero lo calificó “un primer paso para la estrategia”. Precisamente, trasladó la misma opinión Aroma Ruiz, de Ismur, quien no obstante señaló que es “el inicio” de la radiografía que “presenta la mujer rural y sus soluciones”.