‘El coronel no tiene quien le escriba’ es una excepcional novela de Gabriel García Márquez cuyo título se asemeja a lo que está ocurriendo con el archivo que el Ayuntamiento de León tiene en la calle Julio del Campo.
‘El archivo no tiene quien lo digitalice’ rezaría en este caso en la portada de un expediente de contratación que tenía como objetivo completar el proceso de escaneado de todos sus documentos pero que ha quedado desierto.
La licitación había sido aprobada en la Junta de Gobierno Local el pasado 30 de diciembre e incluía un presupuesto base de 21.000 euros (IVA incluido) con un plazo de ejecución de diez meses desde el inicio de los trabajos de digitalización de los documentos. En principio, se prevé que impulse un nuevo expediente de contratación con mejores condiciones que hagan el proyecto más atractivo para las empresas especializadas, ya que el archivo no cuenta con el personal cualificado ni con los equipos materiales que se requieren para desarrollar estas labores de digitalización de unos documentos que son la memoria histórica de la actividad municipal.
El equipo de gobierno considera que es necesario acometer esta tarea con el fin de garantizar la preservación y difusión del fondo documental del Ayuntamiento de León, además de proporcionar en la página web estos documentos a los ciudadanos a través de un repositorio digital, ya sea para realizar una investigación científica, para conocer la historia de la ciudad o como aficionados o para poder llevar a cabo algún tipo de gestión administrativa.
Se conseguiría con esta digitalización una gran eficiencia poniendo a disposición de los ciudadanos en acceso abierto el patrimonio documental de la ciudad, con excepción de las limitaciones de acceso en materia de protección de datos personales, de derechos de autor y del resto de información y documentos restringidos por la legislación.
En cualquier caso, se considera «imprescindible» continuar y completar la fase anterior de digitalización de los libros de actas y decretos de Alcaldía que se había realizado durante el año 2019. Además, se encuentran escaneados hasta este momento los siete primeros siglos de fondo documental del Ayuntamiento (XIII al XIX), así como parte de la colección fotográfica o los carteles y programas de fiestas.
Entre los requisitos técnicos que se solicitaban a las empresas especializadas en los primeros pliegos figuraba que el tamaño de la documentación a digitalizar es en formato libro, expediente, legajo o en hoja suelta, alcanzando el máximo tamaño que pueda tener un cartel. Además, la digitalización se realizará en color según las características del documento o libro original, ya sea en su totalidad o en alguna de sus partes. Los responsables del archivo establecían también que la imagen electrónica será fiel al documento original, respetará su geometría en tamaños y proporciones y no contendrá caracteres o gráficos que no figurasen en el mismo. «Si procede, se llevará a cabo una optimización automática de la imagen electrónica para garantizar su legibilidad, de modo que todo contenido del documento origen pueda apreciarse y sea válido para su gestión (umbralización, reorientación, eliminación de bordes negros, u otros de naturaleza análoga) y siempre respetando la geometría del original en tamaño y proporción», rezaban finalmente los pliegos de un concurso que ha quedado desierto. Habrá que esperar por lo tanto para saber si en unos meses podemos titular en estas mismas páginas que ‘El archivo ya tiene quien lo digitalice’.
El archivo no tiene quien lo digitalice
El Ayuntamiento licitó un concurso por importe de 21.000 euros al que no ha concurrido ninguna empresa. El objetivo es escanear todos los documentos posteriores al siglo XIX
13/03/2023
Actualizado a
13/03/2023
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