El auge de Villadangos del Páramo y las crecientes dudas sobre Torneros

A mayores de la ampliación del Parque Tecnológico, la Junta trabaja además en la del polígono industrial de Villadangos del Páramo, que ya ha vendido sus últimas parcelas disponibles y se sigue consolidando como enclave logístico gracias también a la construcción de un ramal ferroviario que cuenta además con financiación del Gobierno de España.

A firmas como Decathlon o Mercadona, que ya tienen naves de distribución en el polígono, se sumará la cadena de supermercados Dia, que prevé invertir 40 millones en un centro de distribución que estará listo a finales del año que viene y que prevé generar 400 empleos directos y 100 indirectos. Con este proyecto, el recinto industrial dependiente del Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE) de la Junta alcanzará un total de 5.500 puestos de trabajo, según los últimos datos aportados por el alcalde de Villadangos del Páramo, Alejandro Barrera.

Pero al proyecto de Dia se sumarán otros siete que se encuentran ahora mismo sobre la mesa. Las licencias de tres de esos proyectos ya se están tramitando, mientras que los otros cuatro están aún cerrando los últimos trámites administrativos de la compra de las parcelas. El Ayuntamiento cuenta ya con un arquitecto municipal, lo que está sirviendo para agilizar la tramitación de las licencias y dejar atrás los importantes retrasos que suponía gestionarlas a través del Servicio de Asistencia a Municipios (SAM) de la Diputación.

Una de esa siete iniciativas que están sobre la mesa corresponde a la ampliación de las instalaciones de una empresa de transporte de mercancías que actualmente ya tiene una nave en el polígono. Y otro de esos proyectos corresponde a la importante firma de vestuario laboral y de protección Mayton, que ya tiene instalaciones en el polígono industrial de Onzonilla y que ahora se expandirá hacia Villadangos del Páramo con un centro logístico robotizado de 25.000 metros cuadrados y que supondrá una inversión de entre seis y ocho millones de euros. El objetivo es que las obras comiencen en febrero o marzo del año que viene.

Y frente al auge del polígono de Villadangos, encontramos las crecientes dudas sobre la plataforma de Torneros, que sigue atrapada en una maraña administrativa que impide fijar una fecha para poder ver máquinas trabajando en su desarrollo. El último jarro de agua fría sobre el proyecto llegaba con la reciente presentación de ‘Mercancías 30’.

Se trata de un plan diseñado por el Ministerio de Transportes Movilidad y Agenda Urbana que pretende potenciar el transporte ferroviario de mercancías como eje vertebrador de las cadenas logísticas intermodales desde la perspectiva dual de la recuperación económica tras la pandemia de coronavirus y la consecución de los objetivos de descarbonización y sostenibilidad de la actividad logística. Para ello, se identifican una serie de acciones y medidas de impacto a corto y medio plazo cuya implantación antes de 2030 permitirá elevar la cuota modal del transporte ferroviario de mercancías hasta el 10% (actualmente ronda el 5%) y reducir los aspectos negativos asociados a la logística (contaminación, accidentes, ruido, congestión...).

Entre las acciones incluidas en este plan figura la puesta en servicio de una red de nodos intermodales estratégicos, que son los que vertebran la red de terminales logísticas del país. Y en el listado de esos nodos no figura León, que había sido históricamente nudo de comunicaciones ferroviarias para el cuadrante noroeste de nuestro país.

Lo cierto es que sí figura en cambio Valladolid, que tendrá su plataforma intermodal –que además pretende convertirse en el Parque Agroalimentario del noroeste– en un plazo de dos años mientras Torneros ni siquiera tiene proyecto de ejecución para la parte logística (de la infraestructura ferroviaria se encarga Adif y nada se sabe por el momento de su desarrollo).

Esta decisión se suma a la polémica suscitada el pasado mes de abril, cuando la Entidad Estatal de Suelo (Sepes) aseguró que la decisión de desarrollar la parte logística del proyecto no estaba tomada y dependería de la demanda real de suelo, aunque el clamor social desatado en la provincia llevó posteriormente a una rectificación para anunciar su ejecución por fases.