Tras 13 años pidiéndolo, sale a licitación la carretera a Burbia por más del doble del presupuesto inicial

El vial de 4,2 kilómetros supondrá una inversión superior a los 2,8 millones por parte de Diputación y tiene un plazo de ejecución de 10 meses, aunque no se prevé que las obras puedan comenzar hasta finales de 2024

12/10/2023
 Actualizado a 12/10/2023
Una de las curvas de la carretera del trazado a Burbia.
Una de las curvas de la carretera del trazado a Burbia.

Varias manifestaciones, las quejas cada vez que se producía un accidente y las críticas políticas del PSOE a un PP que no ejecutó el proyecto han tenido un final feliz, con la publicación en el BOP de la aprobación de la Diputación del proyecto de arreglo de la carretera a Burbia con un importe de 2.841.498 euros. Aunque se hablaba de 1,2 millones de euros como proyecto, el que ha salido a exposición pública este 10 de octubre y que está abierto a alegaciones a lo largo de 30 días hábiles, multiplica ese importe para reparar los 4,2 kilómetros de trazado, desde el 8 al 13 en las carreteras LE 4210 y LE 4211 de Vega de Espinareda a Burbia. El Ayuntamiento de Vega de Espinareda ha aplaudido que finalmente se pueda conseguir esa obra necesaria y que lleva años reclamando y agradece “su preocupación por los pueblos”.

Trece años hace que estaba presupuestada la obra, en 1,2 millones, una cantidad que ahora se multiplica y alcanza los 2,8 millones, con un plazo de ejecución de 10 meses. La cantidad se dilata, no solo por la subida del precio de los materiales, que ha sido notable, sino también porque recoge el reciclado de los materiales en planta y no los deja en el terreno. Eso incluye que multitud de camiones tengan que trasladar material a Ponferrada para su tratamiento.

Los trámites burocráticos serán largos, augura el actual regidor, Javier Salgado, que no prevé que las máquinas comiencen a trabajar hasta finales de 2024 pero está satisfecho con este primer paso “ya está el presupuesto y eso es lo importante. Ahora hay que esperar a la licitación de la dirección de obra, que es lo siguiente”, apunta. Mientras, se realizarán otras obras que ya están licitadas. En cuatro meses empezarán a trabajar en la conexión Vega, San Pedro de Olleros, un trazado de 2,5 kilómetros que cuenta con un presupuesto, también de Diputación en este caso, de 1,2 millones.

El anterior presidente de la Diputación, Eduardo Morán, había asegurado, hace un año, que su pretensión era licitar esta obra antes de que concluyera su mandato pero no fue así, aunque el regidor de Vega de Espinareda, Javier Salgado apunta que fue él quien lo sacó a concurso “era una promesa que tenía con nosotros y habíamos presionado para que se hiciera. El proyecto estaba redactado. Era algo que yo había exigido para presentarme” recuerda. Sí apuntaba Morán en la última reunión que mantuvo con el entonces regidor de Vega de Espinareda y a las puertas de una manifestación para solicitar estas obras, Santiago Rodríguez que el diseño original de la obra necesitaba una adecuación medioambiental, ya que el primer proyecto, que era el previsto por Diputación con fondos Miner, se dejó extinguir y su evaluación ambiental ya no servía como tampoco el presupuesto que se preveía.

El PSOE acusaba al PP de haber dejado sobre la mesa el proyecto y el PP lamentaba, hace unos meses, la "desesperante falta de operatividad” de la Diputación con esta carretera. "Seguimos esperando algo más que palabras y buenas intenciones para la mejora de la carretera de Burbia por parte de la Diputación", apuntaba. "A pesar de las numerosas solicitudes por vía administrativa y pública y de las movilizaciones organizadas por los vecinos afectados, la Diputación no ha sido capaz siquiera de proceder a una correcta labor de limpieza y mantenimiento de esta carretera".

Los vecinos habían salido a la calle varias veces pidiendo un vial que consideraban necesario, sobre todo por seguridad. Ahora, asegura Salgado, con esta obra se podrán cruzar dos coches en el trazado, algo que no pasaba y que se estaba complicando. Esta obra recoge que se desmantela el lado izquierdo y se colocan quitamiedos a lo largo de todo el trazado. Acaba así una larga espera vecinal, aunque será otro invierno sin poder ver el trazado, pero las bases iniciales están puestas.

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