3621 firmas contra los cambios en el transporte urbano de Ponferrada

Los usuarios del servicio lamentan que el equipo de Gobierno no se haya puesto en contacto con ellos para valorar sus problemas en la cadencia de las líneas y convocan una movilización el 9 de febrero

31/01/2025
 Actualizado a 31/01/2025
Entrega de las firmas en contra de los cambios del servicio.
Entrega de las firmas en contra de los cambios del servicio.

Los usuarios del servicio de transportes de Ponferrada han registrado en el Ayuntamiento de Ponferrada 3621 firmas contra los cambios en el transporte urbano que suponen una traba para su día a día, sobre todo, en cuanto a la cadencia de las líneas. Han sumado dos tandas de firmas en contra de esos cambios pero aseguran que no han conseguido que nadie del equipo de Gobierno les reciba para valorar sus problemas.

En el pleno ordinario que se celebraba mientras que los usuarios presentaban sus firmas, tanto PSOE como Vox solicitaron que se entrara a valorar esos problemas que denuncian.

El portavoz de los usuarios, Carlos Macías asegura que este es un primer paso de protesta, que continuará con la movilización que preparan para el próximo 9 de febrero desde la plaza de Julio Lazúrtegui a las 12:00 horas. Asegura que los problemas son "graves" porque se han reducido en un 25% los servicios y no se ha conseguido puntualidad, sino todo lo contrario. pero además, se han desajustado los horarios a los que los usuarios estaban acostumbrados y los que eran válidos para el acceso a sus responsabilidades laborales o escolares. Asegura que "en el Hospital hay un problema muy grande por ello".

Los retrasos o adelantos son constantes "y eso nos perjudica porque no sabemos a qué atenernos". Macías asegura que advirtió de las consecuencias nocivas de los cambios antes de que se efectuaron, aunque se hicieron igual, y ahora quiere que el Ayuntamiento conozca cómo afecta a los usuarios ese sistema. 

El germen de un movimiento social "contra el abuso de poder"

Macías ha reflexionado sobre la posibilidad de iniciar un movimiento social "contra el abuso de poder" en este caso municipal, después de conocer a otros vecinos que protestaban por la inactividad, durante cuatro años, del Centro de Día de Flores del Sil. Considera que la unidad puede ser la autora de un cambio que persiguen a todos los niveles. En el caso municipal, estudia unirse a otros vecinos para así hacerse fuertes y reformular una petición, tener voz para que se tenga en cuenta por parte de los políticos. 

 

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