Hace 23 años que Cristina García decidió que su camino estaba destinado a dedicarse a los tratamientos corporales y estéticos, pero la vida le puso un freno "me dediqué más a mis hijas y aquello quedó aparcado", recuerda. Ahora, con 50 años, ha querido volver a ser la mujer emprendedora que siempre ha sido y que ahora regresa, con más libertad y tiempo. Y lo hace de la mano de una innovadora especialidad, la maderoterapia, una técnica corporal y facial milenaria con un sin fin de beneficios tanto estéticos como de salud.
"La vida te pone en el camino", reconoce "y con 50 años ya lo haces de otra manera, emprendes de otra forma". Con la experiencia y la madurez García se pone manos a la obra con algo que asegura que le atrae y que mima "es algo que me gusta y que puedo hacer precisamente de la forma que quiero, sin presiones". "Cumplo con algo que tenía clavado como una espinita", reconoce, mirándose a sí misma.
Aunque desde el mes de agosto ha abierto sus puertas, este viernes 15, a las 19:30 horas quiere realizar una apertura oficial acompañada de todos sus clientes y de los que quieran acercarse a conocer el nuevo negocio, ubicado en La Rosaleda. Bajo confirmación de asistencia, García quiere, con esa inauguración dar las gracias a los que han hecho posible que su sueño pueda realizarse. Es más, suma a esa apertura un concurso navideño, en el que se sorteará, entre las cartas destinadas a Papa Noel que se envíen desde su buzón algunos tratamientos de maderoterapia corporal.
García pone en marcha Ullasac, un nuevo negocio de cuidado personal en calle Clara Campoamor número 1, desde el que quiere seguir desarrollando una técnica de moda en Ponferrada.