En ocasiones como en casi todas las cosas de la vida, se dice que el tren pasa solo una vez y si no lo tomas, te quedas aislado y sin ánimos para continuar caminando por otro procedimiento. Villafranca del Bierzo es sin duda la muestra de este dicho. Pasó el tren y las gentes siguieron sesteando pensando que al haber vías también habría trenes que pasaran una y mil veces más, sin darse cuenta que el agua que pasó por las cristalinas aguas de sus ríos Burbia y Valcarce, pasaron y no volvieron hacerlo nunca más.
Villafranca, que cuenta con más de medio centenar de escudos heráldicos, tiene un pasado glorioso. La segunda ciudad de España en tener agua corriente y luz eléctrica, el primer viaducto de hormigón armado, su tren, que debería unir a esta población con Ribadeo y sin duda sería una gran fuente de riqueza, tanto para León como para Galicia, pero como todo, tuvo un pero y que se dejó sestear a quienes podrían hacer algo o mucho para que este patrimonio del que goza y le llevó a ser declarada Conjunto Histórico Artístico Nacional en todo su Conjunto en 1956.
Es decir, que el mal no viene de ahora sino de la incompetencia de aquellos, qué no necesitando, nada para sobrevivir, se ausentaron dejando que esta villa que les vio nacer y que ahora cumple las efemérides de los dos años en que fue capital de la Provincia de Villafranca que abarcaba hasta Valdeorras en Ourense, se haya quedado estacionada en algo que hace dos siglos ni el más osado podría imaginar.
Actualmente, muchos que vemos las mil posibilidades que todavía puede ofrecer, nos quedamos sorprendidos viendo como la apatía y el conformismo se han adueñado de todos los seres de este municipio, que ve como día a día languidece de forma incomprensible, dejando que la iniciativa venga de fuera, mientras que nosotros seguimos pensando que respirando un aire tan puro y bebiendo un agua tan trasparente, podrá seguir así en los siglos venideros.
Afortunadamente, gentes que vienen de fuera, ven un tesoro emergente que esta a flor de tierra y se están instalando nuevas bodegas, dándole el valor que se merecen los caldos del Bierzo e incluso extranjeros que adquieren viejos inmuebles y hacen el negocio que en muchos casos deberían hacer los oriundos de esta población.
Con los caminos de Santiago que pasan por Villafranca, la propaganda es casi nula y no se promociona el Camino Olvidado de Bilbao a Villafranca del Bierzo, que cada vez tiene más adeptos, o las increíbles rutas a La Leitosa, a la Fábrica de Armas de Munarriz, a Campo del Agua o a Porcarizas, sin olvidar a Tejeira, o las minas de oro de Los Cáscaros. O a Prado de Somoza, donde se dice que era el campamento romano de La Leitosa.
Villafranca, si no se explota de otra manera, tiene patrimonio más que sobrado como para asombrar a cualquiera que no la conozca. El mayor ciprés del mundo. El mayor castaño con sus 16´89 centímetros de diámetro o los canales a La Leitosa, que no son pocos y su obra de ingeniería es fantástica.
El Río Burbia, donde se puede nadar y beber el agua al mismo tiempo, por ser este declarado de Interés Nacional y estar sus aguas limpias de contaminación en sus treinta kilómetros de nacimiento hasta Villafranca.
Pero volvamos a Villafranca. Según los guías turísticos, la calle del agua es la calle de Europa que más palacios solariegos tiene y que se pueden observar si reparamos en los escudos de sus casas que parecen engañar, porque algunos que incluso tienen pinturas en sus paredes interiores , suman la friolera de 34 escudos heráldicos, mientras que para la parte de atrás gozan de enormes extensiones de vivienda, pero ya no solo es esto, sino que en Villafranca pocos saben la historia de Antonio Olaguer y Feliu, virrey del Río de la Plata Gobernador de Montevideo, o Pedro de Toledo Virrey de Nápoles, donde guardamos celosamente su sepulcro, o el nacimiento de Leonor de Toledo, que casó con Cosme Mediche I y que fue la precursora de que Florencia, a partir de entonces, fuera una de las ciudades más bonitas de Italia.
Resumiendo: los villafranquinos no debemos culpar a nadie de nuestra dejadez, sino compartir con el visitante tanto Patrimonio como tenemos y disfrutamos. Al tiempo que en los conciertos de este año, les invitamos a escuchar los mejores músicos del momento, entre ellos la ópera La Traviatta, que será estrenada en Villafranca dirigida por Pedro Halffter.
A Villafranca le pasó el tren
Pasó el tren y las gentes siguieron sesteando pensando que al haber vías también habría trenes que pasaran una y mil veces más, sin darse cuenta que el agua que pasó por las cristal
11/06/2023
Actualizado a
11/06/2023
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