Las presidentas de las asociaciones Asildem y Alzheimer Biezo, Inés Arroyo y Ana Pilar Rodríguez respectivamente, fueron las encargadas de abrir esas puertas de la muestra al lado del empresario José Luis Prada destacando su gesto para «contribuir a la visibilidad de estos colectivos y a la concienciación social de la necesidad de ayudarles».
Hacer tradición
La colección de carruseles navideños, una tradición centroeuropea que no se daba en el Bierzo, fue iniciadapor Prada hace unos años sigue aumentando y es cita obligada en la Navidad.Situada en la sala de exposiciones bajo El Picantal, tanto los niños como los mayores pueden disfrutar estos díasde este viaje a la infancia que supone ver decenas de motivos que recrean las navidades de otro tiempo.
Desde pequeñas piezas formando carruseles típicos de las ferias de principios del siglo XX hasta una televisión en la que se representan diferentes escenas en movimiento, la colección es un repaso por pistas de esquí, caballitos, norias, trineos, aviones, circos con domadores y payasos, tiendas de chucherías… y todo con una decoración en miniatura en la que no falta detalle y que ha sido idea y trabajo del personal del propio Palacio de Canedo.
Una maqueta de esa edificación con todo detalle protagoniza este año la exposición, junto a maquetas de trenes o una estación de esquíque contiene desde el telesilla remontando esquiadores diminutos hasta los propios deportistas descendiendo a toda velocidad entre nieve artificial.
En Austria, Alemania, Holanda o Polonia es habitual que en la Navidad se levanten mercadillos y ferias en las principales plazas. El Palacio de Canedo se basa en esa tradición para proponer a sus visitantes algo diferente.