No obstante, la agrupación recuerda que "está absolutamente prohibido acceder al cauce del embalse con vehículos a motor", no solo por la multa "cuantiosa " que puede imponer el Seprona de Confederación Hidrográfica, sino porque es peligroso "hay lugares con lodo tierno y se pueden quedar atascados en el barro. En las vaguadas alejadas del agua también puede haber barrizales ocultos". Incluso, si se produjera algún vertido de líquidos de motor "se podría considerar delito ecológico", apuntan. "Solo se puede acceder a pie".
Tampoco se puede subir al puente, si este se llega a ver porque "en cualquier momento se puede hundir y provocar una muerte", advierten, porque son vestigios que llevan bajo las aguas más de 60 años. "Se han visto hasta coches encima, la demencia del ser humano llega a cotas insospechadas", acusan.
Otra advertencia es no entrar en los túneles inferiores, "uno de ellos es una toma de agua y el otro puede hundirse y aplastar al que esté dentro".
El segundo año más seco
La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, organismo autónomo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, reunió a la Comisión de Desembalse para hacer balance del año hidrológico 2021-2022, "el segundo año más seco de la serie histórica, por detrás del año 2016/17", apunta.
En cuanto al pantano de Bárcena, las aportaciones en el total del periodo para la cuenca del Sil Superior rozaron los 314 Hm3, frente a un valor medio de 718,7 Hm3, lo que "supone un descenso de algo más del 56% con respecto a los valores normales".
Si se examina el período anual, todos los meses del año hidrológico estuvieron por debajo de la media, con la única excepción de diciembre de 2021 que, con unas aportaciones de 101,9 Hm3, se situó un 12,6% por encima de la media. Destacó particularmente el comportamiento de los meses de noviembre (con un 72,5% menos de aportaciones), marzo (-66,9%), agosto (-75,8%), y sobre todo julio, con un 87,9% menos de aportaciones con respecto a los valores normales.
A pesar del escaso aporte, "la adopción de medidas tempranas permitió que el comportamiento del embalse se mantuviese relativamente dentro de la normalidad", apunta Confederación. Así, desde el 8 de enero los desembalses se limitaron al caudal ecológico, lo que permitió que la curva de embalse fuese ascendiendo.
Con respecto a los regadíos, se realizaron unos consumos muy moderados durante la primera parte de la campaña de riego, gracias a la colaboración de los regantes, que incluyeron cortes nocturnos en el Canal Bajo entre el 13 de mayo y el 13 de julio, a fin de hacer lo posible para garantizar las demandas en los meses de agosto y septiembre.
Los ahorros logrados permitieron proporcionar los caudales habituales durante el resto de campaña, pudiendo así hacer frente a los picos de demanda que se concentraron en la segunda quincena de julio y todo el mes de agosto.
La Comisión de Desembalse es el órgano colegiado al que le corresponde deliberar y formular propuestas sobre el régimen adecuado de llenado y vaciado de los embalses y acuíferos, atendiendo los derechos concesionales de los distintos usuarios.