Con el afán de defender los valores tradicionales y más genuinos del Camino de Santiago, más de 20 albergues se unieron este sábado en Ponferrada con motivo de la cita anual de la Red de Albergues de Acogida Tradicional. Incluso lugares lejanos como Canfranc (Aragón), Estella (Navarra) o La Rioja tuvieron representación en un encuentro celebrado en la capital del Bierzo para conmemorar el 25 aniversario del albergue municipal Nicolás de Flüe.
Los participantes coincidieron al lanzar un grito de SOS. El Camino de Santiago no se puede entender sin los peregrinos "pero tampoco sin la acogida tradicional, que es lo que posibilita que disfruten de una experiencia vital que después trasladan a otras gentes", detalló el presidente del Camino Francés Federación, el astorgano Miguel Pérez. Esta esencia es la que buscan hacer perdurar ante la aparición de otros lugares de iniciativa privada "que no favorecen el encuentro entre peregrinos y la puesta en común de experiencias durante la ruta".
No obstante, el grito común también tuvo una parte de esperanza, y es que no sienten que se esté perdiendo la religiosidad: "Es verdad que cada vez hay más gente que viene simplemente a caminar hacia Santiago, sin la parte espiritual, y parece que cada vez hay menos peregrinos o que el peregrino ha cambiado, pero no es cierto. Cuanto más defendamos y cuidemos a este peregrino, esa proyección va a permanecer en la gente", relató Pérez.
Esta cita sirvió para poner sobre la mesa proyectos comunes que afectan a todos los albergues, relacionados con la necesidad de trabajar en red. Tienen claro que los peregrinos deben percibir un mensaje de que todos estos albergues están unidos "porque no entienden de lugares ni de fronteras, entienden de espacios universales, y necesitamos trasladarles que éstos son el conjunto de nuestros albergues".

Apuesta firme de Ponferrada
El alcalde de Ponferrada Marco Morala hizo de anfitrión en el albergue municipal. Allí dirigió unas palabras a los visitantes con las que les explicó que la capital del Bierzo "lleva el Camino en sus calles, en su historia y en su nombre".
A su juicio, esta ruta "es la calle más larga de Europa" con "una esencia y naturaleza religiosas", más allá de un hecho social y cultural y una oportunidad económica para los lugares y enclaves que lo cruzan. Todo ello se puede resumir en "la hospitalidad que lleva por bandera Ponferrada, aportando seguridad al peregrino, salud, con mención especial al Hospital de la Reina, y cobijo para ofrecer un lugar donde reponer fuerzas".
Para este cobijo es esencial el albergue Nicolás de Flüe. Su 25 aniversario fue festejado por el regidor, que aseveró que la ciudad seguirá apostando con firmeza por el Camino, poniendo todos los medios municipales a su favor.