El teniente de alcalde y concejal de Coalición por El Bierzo en el Ayuntamiento de Ponferrada, Iván Alonso, asegura que el proyecto de semipeatonalización decidido para eliminar el tráfico en la avenida del Castillo está abierto a aportaciones y cambios, aunque se muestra convencido de que cuando los vecinos lo conozcan "no como se lo han contado", se adherirán al mismo.
Lo que deja claro es que es un proyecto que "sigue el planeamiento" por lo que solo recoge posibles expropiaciones que no se salgan de él, pero asegura que las que se plantean, bien como negociación o como expropiación forzosa, son pocas y necesarias "para eliminar un punto negro" en el que hay un número de accidentes notable. Se trata de la entrada en embudo hacia el Hospital de la Reina desde el mercado viejo.
Alonso defiende el proyecto que presentó en comisión informativa desde sus inicios, con un documento de enero de este año que no contaba con estudio arqueológico pero que "nos daba viabilidad". Reconoce que se reunió con los propietarios de la plaza interior de Guido de Garda en abril y, en ese mes, también con los de la calle Hermanos Pinzón y Don Pelayo para hablar de los aparcamientos alternativos que se construirán en esa zona. También ha hablado con vecinos de la calle Buena Vista y piensan continuar esas reuniones con el barrio de San Andrés para que "conozcan de verdad el proyecto".
Y, es que, asegura que no se está contando el proyecto como es "esa zona no va a soportar el tráfico que se está diciendo", defiende. Lo compara con los cambios que ha habido en el paso por la plaza Julio Lazúrtegui, donde también se dejó una vía de salida única, lo que asegura que limita mucho el tráfico. Pone como ejemplo Pontevedra, que se peatonalizó y recordó que también se hablaba de caos "es un ejemplo", dijo.
En mayo de 2024 esta obra se puso dentro de las grandes actuaciones "lo único que hacemos es cumplir con el planeamiento de Ponferrada", abunda. "Nos dicen que no puede pasar el autobús y ahora sí que está pasando", afea a los criticos con las modificaciones de tráfico. "Ahora abrimos el debate para enriquecer la memoria presentada", dice. Pero se pregunta qué hacer con ese punto negro que considera una situación peligrosa. "Lo vamos a abordar porque es bueno", apunta. "No podemos ponernos una venda ante una situación que es problemática" y augura que si sucede un accidente mortal será cuando lo recordemos "no podemos consentirlo y vamos a ponerlo en marcha".
"Hemos normalizado la situación", lamenta Alonso, que entiende a los vecinos "toda obra genera una resistencia y siempre existe la figura del agitador, al que no le importa más que una posición olñitica", acusó. Ahora se reunirá con ellos para que aporten ideas al proyecto y asegura que cuando lo conozcan se adherirán a ella. "Cuando conozcan de verdad el proyecto y no lo que les han ido contando se unirán". Asegura que ya algunos han manifestado su apoyo "pero se les oye menos". Augura que se producirán cambios en el proyecto pero "confiamos en el criterio de las personas". "No somos herméticos, escucharemos a todos y, a partir de ahí, incluiremos modificaciones".