La concejala de Mayores, María Luisa Varela asegura que en este momento se están formando los equipos de trabajo con estos voluntarios y también con gente del barrio de Flores del Sil, espacio diana de este proyecto en su fase de pilotaje, por incluir un número de casos superior a otras zonas de este tipo de soledad.
Varela asegura que la respuesta al proyecto ha sido exitosa y también han sido muchos locales comerciales los que se han implicado “para ser faros que detecten estas situaciones”. Con estas mimbres y con la habilitación de un espacio destinado al proyecto en el Centro de Día del Plantío, Varela espera que ya a primeros de enero puedan remangarse para comenzar a responder a las necesidades más prioritarias de esta soledad no deseada.
Ponferrada cuenta con más de 15.000 personas mayores de 65 años y de ellos 1.500 superan los 80. Esa población ha sido foco de atención de los Servicios Sociales para responder a sus necesidades y, desde hace un año, se ha preocupado también por el problema de la soledad no deseada detectada en ellos, pero no exclusivamente. Tras un trabajo de campo basado en 1.200 encuestas presenciales a personas que podrían padecer ese estado, se determinó el proyecto para todas las edades con ocho líneas de actuación distintas, algunas de las cuales ya ha comenzado, aunque la pandemia ha supuesto un retraso en ellas.
La pretensión era establecer proyectos de concienciación, como el teatro de calle que ha protagonizado Dinamia Teatro o las campañas de formación tanto del personal como de las personas que padecen esa soledad, incluso en nuevas tecnologías, ya que muchas veces esa soledad llega por la exclusión en base a la falta de esos conocimientos o el fomento de la participación…
La pandemia puso el foco en este problema ya que las llamadas recogidas en el teléfono de apoyo psicológico durante el tiempo de confinamiento dejaron ver que el 90% de los casos reflejaban situaciones de soledad no deseada.
Un calendario para estimular la memoria
Por otro lado, además del proyecto Faro, desde la cartera de Mayores, se ha desarrollado otra actividad que pretende acondicionar los talleres de memoria a los tiempos de pandemia actuales. Se trata de un calendario de actividades realizado de la mano de la Universidad de León, con la colaboración de la directora de la Cátedra de Envejecimiento Activo, Carmen Requena. La ULE lleva desde 2003 trabajando en desarrollar programas de estimulación cognitiva “y hemos ido adelantando la edad a los 55 años”, explica. Reconoce que la pandemia y la cuarentena en el hogar hizo que faltaran los estímulos para que los mayores estimularan la memoria y puso a funcionar la idea del nuevo proyecto.
El calendario “pretende proteger del deterioro cognitivo de los mayores con distintas actividades”, explicó el regidor, Olegario Ramón y podrá adquirirse de manera gratuita en los Ceas y en el Centro de Día del Plantío de 10 a 12 horas. Se han publicado dos mil ejemplares en una primera tirada pero la pretensión es que se pueda acceder a él por enlaces informáticos también y códigos QR.
El calendario es una manera innovadora de cumplir con una pretensión de la Concejalía de Mayores “llegar a todos los hogares y no solo a los socios de los centros de día”.
Requena explica que se ha escogido el formato de calendario en este momento porque ya define un trabajo del conocimiento temporal. A partir de ahí se trabaja con actividades diarias, semanales, mensuales o de estación. Las tareas aparecen en el calendario a diario y se basan en establecer el día que es, el tiempo que hace, la sensación que tiene la persona que cubre la actividad…En él aparecen códigos para descifrar palabras con las que al final se completará un cuento de Julio Cortázar. Pero además aparece un recuento del tiempo que ha hecho cada día en cada estación o un puzzle a completar, un ejercicio lingüístico, otro de cálculo, y un rompecabezas mensual.