Y la ONG quiere seguir siendo ese parche de manera más efectiva. Por el momento cuenta, además de con el centro de día con un local en el barrio de Navaliegos en el que atiende a 36 personas y trabaja en 16 municipios, además de las unidades de autonomía personal de Fabero y Bembibre, que funcionan desde 2004. Son minicentros que ofrecen un respiro a las familias en horario de tarde «también trabajamos con las propias familias, es un peso muy importante de nuestro trabajo», explica Rodríguez.
Ahora la ONG se plantea ampliar sus dependencias estirándolas a 30 plazas más en el local anexo a la residencia de la tercera edad de Flores del Sil que ocupa, pero ha recibido una donación de una mujer de una propiedad en Ponferrada que espera utilizar para incrementar sus servicios. La idea es convertir un edificio de dos plantas más bajo en un centro de atención preventiva directa y en pisos tutelados, que permiten que los enfermos tengan cierta autonomía dentro de casa «una demanda que recibimos mucho es la de familiares que tienen que ingresar en el hospital y son cuidadores o tienen que salir de viaje y necesitan dejar al enfermo un tiempo. Estos serían pisos para ello». Rodríguez espera que ambos proyectos puedan comenzar cuanto antes «en estos días estaremos con el arquitecto para ir haciendo planos» y después presupuestar las obras, antes de buscar financiación.
La demencia en el recuerdo
En cuanto a la manera de sufragarse, lamenta Rodríguez que las administraciones cada vez ofrezcan menos subvenciones, algo que se justifica en que hay más asociaciones entre las que repartir. Aunque los familiares de las personas atendidas costean los servicios que se les aportan a los enfermos, reconoce que la cuota es inferior al coste con el fin de que el acceso sea mayor «porque lo que queremos es dar respuesta a una necesidad». Eso hace que busquen nuevas vías de financiación originales y que, además, tienen una segunda lectura de concienciación y sensibilización. Rodríguez tiene claro que los mayores ocupan un rincón «bastante olvidado», dentro de la sociedad y esta nueva idea recuerda que están ahí. Por eso el día de los enamorados presentaron una campaña en la que quieren que AFA Bierzo esté presente en las celebraciones familiares.
Bodas, bautizos y comuniones pueden tener un fin solidario si incluyen regalos realizados desde la propia agrupación tan originales como un corazón con semillas que se planta en la tierra para que crezcan plantas de pensamiento. Todo se enlaza con la enfermedad del olvido, con la sensibilidad hacia los mayores, con el corazón y la razón unidos…
Otra propuesta es que se ofrezca a los invitados de estos convites la posibilidad de cambiar sus regalos por un ingreso en la cuenta de la agrupación «es una forma bonita de ayudar y la gente se siente a gusto con estas colaboraciones que tienen mucho significado», dice Ana Pilar Rodríguez «y ayuda a la concienciación social y a que conozcan nuestro trabajo».Un trabajo que crece con programas como ‘Quédate’ o con el incremento de servicios en los Centros de Día.
Pero sobre todo AFA Bierzo quiere dar pasos adelante notables en materia de investigación. En noviembre presentará al Congreso Nacional del Alzheimer su proyecto sobre el ajedrez terapéutico que está dando unos resultados pioneros. Se trata de trasladar un juego de táctica como el ajedrez a los enfermos que creen que no pueden enfrentarse a él «vemos que puede ser eficaz», explica Rodríguez, para retrasar los efectos de la enfermedad «les sube la autoestima ver que pueden jugar», explica.También han comenzado a crear una guía de actividades que abre las puertas a trabajar con ‘inteligencias múltiples’ que son nueve, explica «queremos trabajar de una manera más compartida, como lo hace el cerebro».
Todo ello sumado al proyecto en el que participan que, bajo la denominación ‘Mirada Rural’ pretende crear alianzas para que el medio rural siga vivo, instando a las administraciones a que pongan los medios para que así sea «si las administraciones no quieren ayudar seguiremos muriendo ruralmente. Esperemos que reacciones a nuestro tirón de orejas», reclama Rodríguez.