Tras la voladura de la chimenea y de los silos en la que fuera central térmica de Anllares, en Páramo del Sil, activa desde 1982, ahora toca la de la caldera, el corazón caliente de la primera central que inició su desmantelamiento en la provincia. Una edificación de 40 metros donde se quemaban unas 180 toneladas a la hora de carbón.
La empresa Lezama es la encargada de unos trabajos que se llevarán a cabo este jueves a primera hora de la tarde y que no se esperan tan espectaculares como el derribo de la chimenea pero sí un símbolo de un fin minero en la zona.
La pólvora alemana pondrá fin a esta estructura que llegaba a alcanzar 370 grados de temperatura y que era básico para la producción berciana.
La chimenea de 90 metros marcó ya el final de cuatro décadas de trabajo duro y este es un paso más, aún con el sabor de que el carbón se muere sin alternativas y sin estar completamente acabado, como decían durante las voladuras anteriores los vecinos.
Anllares verá caer la caldera que dio vida a su térmica
La voladura del edificio de 40 metros es un paso más al desmantelamiento de la central que estuvo activa cuatro décadas
05/05/2021
Actualizado a
05/05/2021
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