Asociación de Comerciantes de Fabero: "No vale con decir que esto está muerto y que nuestros jóvenes tienen que salir fuera, tenemos que luchar juntos"

Son 47 socios que desde 2022 intentan crear un nuevo futuro después del carbón en la cuenca minera, y saben que lo hay "pero tenemos que cambiar la mentalidad" y volver al mercado del "tú a tú"

04/02/2025
 Actualizado a 04/02/2025
Integrantes de la Asociación de comerciantes de Fabero, al lado de la estatua al minero.
Integrantes de la Asociación de comerciantes de Fabero, al lado de la estatua al minero.

Mónica Fernández, de Pescadería Mónica, preside la agrupación Asociación de Comercios y Servicios de Fabero, Acoserfab, que funciona con salud, con una directiva comprometida de la que forman parte también, como vicepresidenta, Ángeles Blanco (La Tienduca de José), como tesorero, César Cerecedo (Librería Pikas), como secretaria, Soraya García (García Fabero) y vocal, Patricia Pérez (Peluquería Nuevo Stylo). Todos pelean por una cuenca minera que tiene vida y saben que unidos mucho más.

La agrupación se creó en febrero de 2022 para intentar mejorar el comercio local y crear unión entre los diferentes comercios y sectores, “y ver que no somos pocos y que se pueden hacer campañas e iniciativas para hacernos más visibles”, explican.

Ahora mismo son 47 socios de distintos sectores como peluquerías, panaderías, farmacias, tiendas de alimentación, ferretería, seguros, librería, prensa, academias de estudios, talleres, gasolinera, administración de lotería, mercería, ropa, mueblería, regalos, etc.

Saben que parten de una situación complicada, pero también que pueden tener un futuro que no es el que conocieron. “El futuro ligado directamente a la extracción del carbón en el cual crecimos muchos de nosotros y que atrajo a nuestros padres y abuelos ya es pasado”, reconocen. “Ellos vinieron aquí desde puntos de toda España y Portugal para labrarse un futuro y lo consiguieron, pero ahora el futuro es otro. No vale con decir que esto está muerto y que nuestros jóvenes tienen que salir fuera, tenemos que luchar juntos para que el comercio local, unido al atractivo turístico que nos han dejado las minas, nuestro paisaje, que es uno de nuestros mayores tesoros, y el carácter luchador de nuestras gentes sean nuestro nuevo futuro”.

Y tienen clara una premisa: “si se quiere aquí sí hay trabajo, pero necesitamos un cambio de mentalidad, el comercio que tenemos a la vuelta de la esquina en nuestro pueblo no puede competir con las grandes plataformas, pero tampoco a una plataforma de internet o una gran superficie, le puedes exigir la calidad y el trato que te da una persona que te conoce”.

Por eso tienen claro que, para crecer “la clave está en que la gente de aquí consuma aquí. Un comercio del pueblo te conoce, crea un vínculo entre el cliente y la persona que te atiende que normalmente es el dueño del comercio y que a él más que a nadie le interesa que tú quedes contento y ofrecerte lo mejor que tiene adaptándose a tus necesidades”.

Son luchadores pero saben lo complicado que es tomar la decisión de  tirarse a la piscina del comercio “emprender es un riesgo siempre, aquí y en cualquier sitio. Pero si tienes ganas y una idea se puede”.

En estos últimos años ha llegado gente de fuera “que no tiene ningún vínculo con nuestro municipio, y no pensemos en que vienen de otros pueblos pequeños, conocemos casos de gente que ha venido desde Madrid, Barcelona e incluso Estados Unidos. Han comprado o alquilado casas y terrenos aquí porque les ha gustado el entorno y, como ellos mismos nos dicen, la gente y el trato de cada día”.

Una de esas familias que ha venido de Madrid ha tomado las riendas del único supermercado de Lillo que estaba a punto de cerrarse por jubilación, “han sido valientes y han emprendido y eso es de agradecer porque es un negocio más abierto que genera más economía en la zona, sobre todo para la gente mayor de nuestros pueblos que agradecen que haya una tienda cerca a la que puedan ir sin depender de transporte o terceras personas”.  Aunque ese supermercado no pertenece a la asociación, que hasta ahora se restringía a negocios de Fabero, quieren cambiar esa premisa para aglutinar a todos los pueblos.

Una mirada al pasado hace ver que los tiempos han cambiado. Fueron mejores, pero están mejorando. “En los años 80 había en el municipio más de 8000 habitantes. Hay multitud de historias de gente que venía a esta zona tras viajes interminables y en muy duras condiciones y nada más poner un pie aquí ya tenían un trabajo en la mina. Ahora buscar un trabajo estable no es tan fácil, ni aquí ni en ningún lugar de nuestro país en realidad”, dicen.

Sin población ligada a la industria “el comercio sufre más, pero eso no quiere decir que no tenga futuro, hay negocios que siguen abiertos desde esta época de “vacas gordas” y ahí siguen al pie de la verja de estos establecimientos porque nos gusta lo que hacemos y queremos seguir ofreciendo lo mejor que tenemos en nuestro pueblo”.

Hoy, la asociación aglutina a más del 60% de comercios de Fabero que se organizan para realizar distintas actividades, casi todas con recursos propios, aunque en algún caso sí han contado con el apoyo económico del Ayuntamiento.

“A nivel comercial realizamos, al menos, tres campañas de fidelización de clientes en las que, por realizar compras en los comercios adheridos, entran en el sorteo de vales de compra para gastar en los establecimientos de la asociación, en la campaña de navidad por ejemplo hemos repartido 600 euros”, explican. Pero sí demandan más colaboración y facilidades de las administraciones, “que potencien el comercio y a la gente que quiere invertir aquí sin poner trabas en el camino”. Hablando a un nivel de administración superior, les piden “que estudien bien las localidades de la provincia y sus necesidades porque en muchos casos se escucha que hay que revitalizar los pueblos y la famosa “España vaciada” pero luego el papeleo, los requerimientos o simplemente las condiciones para acceder a muchas cosas nos excluyen desde el primer momento como nos pasa por ejemplo a la hora de querer acceder a los bonos de comercio”.

Remodelación del mercado

En las últimas semanas, Fabero ha conseguido una ayuda para remodelar su mercado de abastos, algo que los comerciantes aplauden pero “confiamos en que esa reforma se lleve a cabo respetando siempre lo que es un mercado de abastos, ese trato cercano de tú a tú en el que la confianza entre cliente y vendedor es la base, y también a los comercios que allí se encuentran a día de hoy que son una pescadería y una carnicería (ambas pertenecientes a la asociación de comercios) y ojalá que esa remodelación atraiga a otros negocios que puedan instalarse allí y pertenecer a la asociación para seguir creciendo juntos”.

La agrupación espera mucho de este 2025, sobre todo que se unan más socios “cuantos más seamos más cosas podremos hacer y más puntos de vista tendremos para seguir haciendo cosas en el futuro. Como se suele decir, uno solo llega rápido pero juntos llegaremos lejos”.

Archivado en
Lo más leído