Aumenta la población de la polilla del racimo en vides en Villafranca del Bierzo, Arganza y Camponaraya

La Estación de Avisos recomienda mantener protegidos los viñedos contra este insecto y también advierte del fuego bacteriano en frutales de pepita

28/06/2024
 Actualizado a 28/06/2024
Efectos de la polilla del racimo.
Efectos de la polilla del racimo.

La polilla del racimo (Lobesia botrana) es una especie de insecto lepidóptero que se alimenta de las bayas del racimo. Los adultos de polilla realizan las puestas de huevos de los que nacen las larvas que posteriormente dañan las uvas. Los daños que producen las larvas en las bayas favorecen la aparición posterior de podredumbres en el racimo y, si son muy cuantiosos, reducen de forma importante la cantidad de uva que se vendimiará.

La Estación de Avisos, en colaboración con el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo, hace un seguimiento de la evolución de esta plaga durante el año mediante trampas de feromonas. Esta semana está empezando a subir la población de Polilla del racimo en los viñedos de los municipios de Villafranca del Bierzo, Arganza y Camponaraya. También en la zona norte del municipio de Ponferrada (San Andrés de Montejos). Además, sigue estando muy alta en los viñedos de Toral de los Vados y Cacabelos.

Por ello, se recomienda mantener protegidos los viñedos contra este insecto y aplicar algún tratamiento en estas zonas que no se hayan tratado todavía.

Fuego bacteriano en frutales

También la Estación de Avisos ha emitido una advertencia de fuego bacteriano en los frutales de pepita. Se trata de "una gravísima enfermedad capaz de matar a un árbol afectado en pocas semanas". Está causada por la bacteria Erwinia amylovora y afecta especialmente a perales, membrillos y manzanos, pero no a los frutales de hueso.

La meteorología de este mes, con lluvias y tiempo cálido, produce condiciones muy favorables para el desarrollo de infecciones de esta enfermedad. Las heridas causadas por el granizo son puertas de entrada que facilitan que las bacterias produzcan nuevas infecciones. Los síntomas en aquéllos árboles que están infectados son ramas secas, con hojas marchitas que no se desprenden y que toman un color pardo-negro en los perales, rojizo-castaño en los manzanos y membrilleros.

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