Las autoescuelas bercianas dan de plazo a la Dirección General de Tráfico hasta el cambio de mes antes de proceder a ejecutar una serie de movilizaciones y concentraciones que ya están diseñando. Amenazan con salir a las calles de Ponferrada con los coches de las prácticas para realizar un circuito en señal de protesta -al igual que sucediera con las tractoradas hace escasas semanas-. Y es que, de momento, nada ha cambiado. A raíz del nuevo convenio que se aplicará el 1 de agosto, la DGT se desentiende de los centros que se encuentran fuera de las capitales de provincia, como es el caso de Ponferrada, lo que conlleva la cancelación del alquiler del centro en el que actualmente se realizan los exámenes de conducir -en Puente Boeza- y de las pistas para las pruebas prácticas. Y, por si fuera poco, obligan a las autoescuelas a asumir los costes de mantenimiento de las nuevas instalaciones que encuentren para estos exámenes, mientras que anteriormente corrían a cargo de la DGT. Este «agravio comparativo» ha sido denunciado con dureza por el portavoz de Coalición por El Bierzo, Iván Alonso, quien no entiende que haya diferenciación entre los alumnos bercianos y los leoneses, por ejemplo.
El concejal, junto con más miembros de la corporación municipal, actúa como ‘mediador’ con la DGT para tratar de buscar soluciones, si bien de momento «hay sólo palabras sin compromisos reales» y «medidas provisionales», tal y como lamenta el socio de la Autoescuela Unión, Roberto Vidal, quien agradece la tarea que están realizando desde la Casa Consistorial para trata de poner fin a este conflicto en un servicio esencial.
Ofrecimientos de sedes
Entre las soluciones que las autoescuelas están recibiendo se encuentran posibilidades de locales y de pistas para realizar los exámenes, si bien algunas de ellas son simplemente opciones temporales, como es el caso de un local en Camponaraya que ha sido ofrecido por el Consistorio. No obstante, en Ponferrada también existen algunas posibles opciones. Para las pruebas teóricas, el Ayuntamiento ha puesto sobre la mesa un local en los bajos del Estadio Municipal El Toralín que sería compartido pero que dispone de la capacidad necesaria para albergar los exámenes. Eso sí, está sujeto a unas tareas de acondicionamiento que correrían a cargo de las autoescuelas. Y, por otro lado, en cuanto a las pistas para las pruebas prácticas, el recinto ferial anexo al Toralín es una opción firme, pues se utiliza únicamente para ferias en ocasiones muy contadas a lo largo del año, si bien igualmente necesitaría obras de adecuación. Estas instalaciones serían necesarias para cada dos miércoles, que es la frecuencia con la que los alumnos se someten a los exámenes.
Buenas intenciones sin certezas
En las últimas fechas se ha transmitido una mayor tranquilidad sobre el primero y más grande de los temores: que la ciudad de Ponferrada incluso pierda la condición de ser un centro delegado, lo que obligaría a los alumnos a desplazarse a una capital de provincia para examinarse. No obstante, la Dirección General de Tráfico se ha encargado de asegurar que esto no sucederá, lo cual también se ha encargado de transmitir el presidente del Consejo Comarcal, Olegario Ramón: «El Bierzo es una zona estratégica para la DGT y los exámenes se van a seguir realizando en Ponferrada», aseguró hace dos semanas.
En este sentido, también Iván Alonso, quien se muestra especialmente reivindicativo con la DGT en su batalla al lado de las autoescuelas bercianas, aseveró en las últimas días que la ciudad tiene el derecho adquirido para seguir siendo un centro con la capacitación para desarrollar las pruebas. Sin embargo, Roberto Vidal no quiere dar nada por sentdado porque insiste en que, de momento, nada va más allá de supuestas buenas intenciones sin certezas. Y es que subraya una ‘letra pequeña’: «En las reuniones con la DGT nos han dicho que está garantizado que el servicio se siga prestando en Ponferrada... siempre y cuando nosotros pongamos las pistas, el aula, los ordenadores y asumamos los mantenimientos. Nos han dejado claro que no quieren poner un euro para estos temas», revela.
Por tanto, a la espera de nuevos acontecimientos, la intención es clara: o la DGT cede o habrá movilizaciones.