Autorizada la exhumación en Primout para identificar a una víctima del franquismo

Las excavaciones en Primout para exhumar e identificar a una víctima del franquismo han sido autorizadas.

La Asociación para la Recuperación de Memoria Histórica (ARMH) lleva desde el año 2000 realizando labores de búsqueda, exhumación e identificación de decenas de víctimas del franquismo por toda la geografía de España y, según asegura, desde hace varios años conoce la posible ubicación de una fosa individual en el cementerio de Primout (Páramo del Sil). Se trata de Tomás Fernández Castro, muerto en un combate con la Guardia Civil entre los días 10 y 20 de junio de 1940, explica la asociación. 

En fechas recientes, su familia pidió ayuda a la ARMH para recuperar sus restos y, después del trabajo realizado, las pruebas testimoniales han señalado la posible ubicación del enterramiento. Ante ello, se procederá a la exhumación sin modificar el terreno más de lo necesario y sin perjudicar a terceros, aseguran.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha consultado las fuentes orales de familiares, así como de vecinos del municipio. También ha hecho lo propio con los registros civiles de Páramo del Sil y Olloniego en busca de un posible acta de defunción a nombre de la víctima. No obstante, subrayan la necesidad de ser cautelosos con estas informaciones pues, al consultar especialmente los libros de defunciones, es habitual que estén incompletos o incluso contengan "una cantidad considerable de errores", los cuales en ocasiones pueden deberse a meros descuidos, pero otras veces pueden estar ocasionados intencionadamente "por la intención indudable que existió por parte de las diferentes autoridades franquistas de ocultar la cantidad de víctimas producidas por la represión sistemática que ejercieron sobre las poblaciones que iban ocupando".

Dado que el objetivo de este proyecto es la localización del cuerpo de la víctima represaliada, además de su posterior exhumación en el caso de corroborar su presencia, la metodología aúna los criterios que se aplican en los casos de control arqueológico de movimientos de tierra y los propios de la excavación arqueológica. Así, el trabajo se divide en tres fases: una de sondeo de la zona con detectores metálicos; otra de empleo de medios manuales para proceder a la excavación en el área de toda la zona a intervenir; y una última de procedimiento de la exhumación para, posteriormente, realizar los análisis antropológicos de campo y de cualquier otro tipo que sea pertinente para la identificación de la víctima. Los restos, asimismo, serán trasladados de manera cuidadosa hasta el laboratorio que la ARMH tiene en el Campus de Ponferrada.

Cabe destacar que, en el caso en que durante el desarrollo del procedimiento se encuentren estructuras o evidencias de carácter arqueológico no relacionadas con los objetivos de este proyecto, se procederá a comunicarlo a la Conserjería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León, estableciendo las medidas cautelares necesarias que este organismo dicte para su protección, en espera de que se determinen las actuaciones pertinentes.

El tiempo necesario para la realización de la intervención depende de diversos factores. No obstante, la estimación inicial es la siguiente: medio día para la limpieza y acondicionamiento de la zona; un día para la detección metálica y prospección: un día para la excavación y exhumación; medio día para la restitución del terreno; y otro día más para la elaboración del informe.

Para todas estas fases, se contará con un equipo compuesto por herramientas manuales como un pico, una pala o catanas, y con elementos de documentación planimétrica y gráfica como una cámara digital, nivel óptico, jalones, cintas métricas, equipo de dibujo y escáner 3D. Asimismo, en cuanto a equipo humano, la actividad estará coordinada por Marco González, asistido por Serxio Castro Lois, Gonçalo Nuno Carmin, un equipo de voluntarios multidisciplinar de no menos de ocho personas de la ARMH, familiares de la víctima y el BIOMICS Research Group para las acciones de laboratorio genético.

En cuanto al presupuesto del proceso, el gasto total planificado asciende hasta los 4.176,60 euros, entre los que se incluyen las dietas y manutención, la prueba de identificación genética, el alquiler de un todoterreno, el combustible, el seguro de voluntarios, el seguro de responsabilidad civil y los consumibles, como materiales de exhumación y de laboratorio.