"Seremos tan objetivos como nos permita el buen hacer y nuestra propia responsabilidad y seremos tan independientes como nos permita, únicamente, el cumplir con los propósitos que a la hora de crear esta nueva publicación, nos hemos propuesto". Con estas significativas palabras se expresaba el editorial de una nueva publicación nacida en el Bierzo el 13 de octubre de 1984 que se denominaría BIERZO 7 días ya que, como explicaba el propio editorial: «Bierzo 7 -su nombre lo indica- aparecerá semanalmente. Más que centrarse en el acontecer diario, intentará recoger aquellas noticias que en el transcurso de los siete días hayan llamado más nuestra atención y la de nuestros lectores».
El periódico llevaba en la cabecera, bajo su denominación, la frase «Semanario independiente comarcal». Comienza su andadura bajo la dirección del periodista Mario Tascón, editado por Bierzo 7, S.A. -luego, en 1986, por Promotora Informativa Castellano-Leonesa (PRICALESA)-, siendo presidente del consejo de administración Ángel Cortina Aedo. La primera sede -tendría varias- fue en la Avenida de España, 28-3º de Ponferrada. Aunque afincado en la ciudad de Ponferrada, el semanario nunca olvidaría su nombre, dando singular importancia a la información de todo el Bierzo, respondiendo así a la promesa de su primer editorial « […] sin olvidar nunca la palabra que le da nombre BIERZO».
Y así, en su primer número, se destaca en portada el siguiente titular: «Santos Cascallana denunciado: con quien no pudo un partido ¿podrá un exyerno?». La cabecera se completaba con un fotomontaje integrado por cartas y actas relativas a la noticia. En el lado izquierdo, un pequeño sumario con las noticias más importantes enmarcadas en cajetines: una entrevista al alcalde Celso López Gavela, la noticia deportiva sobre la Ponferradina y su anhelo de acceder a la segunda división, el anuncio de una representación del grupo COMEDIANTS -al precio de 200 pesetas por entrada-, la dimisión del secretario del Partido del Bierzo y, por último, el anuncio del aplazamiento del puente sobre el río Sil y la propuesta de Tarsicio para que se crearan otros dos. La portada se cerraba con la publicidad íntegramente dedicada al hotel, restaurante, cafetería y discoteca Temple, entonces un referente ineludible del ocio local.
El periódico aprovechó para salir a la calle y preguntar a la gente qué le parecía la creación de un nuevo semanario. Y las reacciones fueron, en general, positivas. Y así responde la estudiante Begoña García que «Me parece fenomenal, una buena idea, que espero salga adelante». Aunque otros parecen más dubitativos como Antonio Oviedo Morán que señala que «No sé si el tema tendrá campo, porque esto no es muy grande. Ahora, esto nunca se sabe, todo depende de cómo se haga».
A partir de este primer número vería la luz puntualmente todas las semanas el semanario Bierzo 7 días – que perdería los «siete días» para pasar a denominarse, simplemente, Bierzo 7- al precio de 45 pesetas que luego iría subiendo hasta su número final, el del 2 de junio de 2016, que se vendió por 1,40 euros. Editado al principio en blanco y negro, con la excepción de alguna página especial dedicada a las fiestas de la Encina (Bierzo 7, nº.- 202, 1988). En su comienzo el periódico se imprimía en Orense por el método de los astralones. Según Mario Tascón, su primer director, Bierzo 7 – que se inspira en el diario de la época Canarias 7- tuvo tres etapas. En la primera se trabajaba a mano con una máquina Olivetti, luego se usó una IBM y al final se compuso con un ordenador Macintosh Classic.
A esta última etapa hace referencia también el que fue periodista del semanario, César Fernández: «El periódico se maquetaba a ordenador, luego los fotolitos se montaban sobre planchas de acetato. Eran planchas de cuatro páginas haciendo un total de ocho astralones que daban como resultado las 32 páginas del semanario». Los números especiales -fiestas de la Encina y Navidad- tenían 64 páginas. Tras la etapa de Orense, el semanario comenzó a imprimirse en el Bierzo, concretamente en la empresa CTB, que en principio estuvo en Camponaraya, para pasar posteriormente al Parque Industrial del Bierzo. Como se informaba en esta misma sección al hablar de la revista La Comarca, fueron Mario Tascón y Alberto Villaverde los responsables de utilizar por primera vez en España el Macintosh Classic para maquetar íntegramente un periódico y fue Bierzo 7 el protagonista de esta innovación de raigambre berciana. Tal fue la innovación -refiere Mario Tascón-, que la empresa Apple Computer compraba ejemplares de Bierzo 7 para demostrar lo que se podía hacer con un Macintosh.
Aunque las páginas a color eran esporádicas, en el año 1991 se empieza a maquetar a todo color, predominando el blanco y negro en el interior, pero con el papel blanco y de mayor grosor que, a partir de entonces, diferenció al semanario del resto de periódicos locales y provinciales. Se trataba de una publicación de gran calidad y resistencia desde el punto de vista de la impresión. Las sedes del periódico fueron cuatro: Avenida de España, Calle General Vives, Avenida del Ferrocarril y, finalmente, en el Parque industrial del Bierzo, en la calle Hamburgo, 6.
El periódico tuvo diversas secciones. Comenzó con las habituales: portada, agenda, sucesos, nacional, cultura, espectáculos, deportes, motor, radio y televisión… pero ya empezaba a dar entrada a algunas nuevas que se convirtieron con el tiempo en signo distintivo del semanario, como fueron las de «Bierzo» o «Personajes». En esta última iban apareciendo personajes destacados de la comarca del Bierzo en todos los ámbitos. Indagar en esta sección es encontrarse con la historia viva del Bierzo. Especial importancia tuvieron secciones como «La Tronera». Dedicada a la cultura, constaba de cuatro páginas y se publicaba la tercera semana de cada mes. Por esas páginas desfilan todos los escritores del Bierzo. Pero Bierzo 7 no se limitó a estas secciones. Aparecen otras originales como: «La cara de la semana es…» , «Tribuna de oradores», «Posdata», «Los 7 de Bierzo 7» (dedicado a libros y música), «Turismo rural», «7 días», «¿Quién es? ...», y tantas y tantas secciones a las que dieron vida periodistas como Mar Iglesias, Sonia Bardón, César Fernández, Miguel Varela, Manuel Ferreiro, Elisabet Alba, Toño Jiménez, Mari Ángeles Cebrones, Manuel Gutiérrez… o desde otros puestos, Sara Vidal y Loly Fernández.
La línea editorial del periódico no fue especialmente agresiva. Comenzó con temas polémicos, como lo demuestra el mentado número 1 o el número 21 del año 1984, en el que se representa un dragón de siete cabezas con las caricaturas del alcalde, Celso López Gavela y otros políticos de entonces, que se erige sobre una musa, un violoncelo y un libro y bajo el titular «Cultura bajo dirección municipal».
El semanario se atrevía sin tapujos a denunciar en portada lo que le parecía un « […] dirigismo calificado de excesivo en medios culturales por su falta de concreción y por no ajustarse a las promesas hechas en su día a los distintos colectivos locales». Y añade: « […] ofrecemos un amplio informe: Cultura bajo la dirección municipal, vigilada por un dragón de siete cabezas que se permite aconsejar y censurar al tiempo que subvenciona con el dinero de todos». Con el tiempo la línea editorial se va dulcificando, siendo, como se ha apuntado, no agresiva, aunque siempre incluyó opiniones de disidentes, discordantes y, en general, de cualquiera que tuviera el valor y el atrevimiento de firmar una opinión no convencional, entre los que me incluyo. Como dato curioso, refiere César Fernández que para el Mundial de Ciclismo de Ponferrada se hizo un esfuerzo editorial considerable. Todos los meses, coincidiendo con las fechas del Mundial, se dedicaron cuatro páginas al tema, incluyendo recorridos, personalidades del ciclismo y los beneficios teóricos del evento para la ciudad de Ponferrada.
El periódico tuvo varios responsables que ejercieron diversos cargos directivos como el recientemente fallecido Mario Tascón, Daniel Fernández Cuadrillero, Marivi Pumariega, Mariola Estrada o Ángel Osorio. Llegó a tener una tirada de 12.000 ejemplares y a tener suscriptores en todo el mundo, siempre allá donde vivía un berciano. La suscripción era la forma ordinaria de supervivencia del periódico, junto con la publicidad. Ya en su primer editorial se alababa a las empresas que hacían posible la supervivencia del periódico al señalar que «[…] es de agradecer la confianza puesta en BIERZO 7 por sus anunciantes que antes de ver han sabido dar».
El propio semanario incentivaba a sus suscriptores con sugerentes anuncios como el del año 1991 en el que se anima al suscriptor a decir «SÍ QUIERO» por el módico precio de 3.900 pesetas por un año entero de suscripción. En sus páginas se refleja una parte de la historia de la publicidad y de las empresas en El Bierzo: pero aún con todo no fue suficiente para mantener a flote el periódico.
«Año 31, número 1.649, 2 de junio. Fecha final de Bierzo 7». Con estas palabras comienza el artículo de cuatro páginas titulado «Abajo el telón» con el que el equipo de periodistas del semanario se despidió. Casi llegó, por tanto, a cumplir 32 años y alcanzar el récord de Aquiana. Con 2.000 suscriptores y una tirada de 12.000 ejemplares terminaba «la única publicación periódica berciana» en palabras del colaborador del periódico Eduardo Otero, autor de la sección «La quinta del Chafariz». El periódico se había adaptado a los nuevos tiempos y ya tenía su propia web (www.bierzo7.com), así como estaba presente en las principales redes sociales (Facebook y Twitter), pero de nada le sirvió para poder continuar. En este último número escriben algunos de los últimos colaboradores del periódico: Eduardo Otero, Marcelino Taboada, Ruy vega, Rogelio Meléndez, Jonathan Pena, Plácido Martínez, Valentín Carrera, Víctor Corcoba Herrero, César Fernández y Nicolás de la Carrera.
Entre los recuerdos y sentimientos varios que provocó el triste cierre sirva la reflexión del periodista César Fernández como resumen de todos ellos cuando señala que «A los periodistas nos tocó contar las inauguraciones a bombo y platillo y los días de vino y rosas, pero también bajar a la mina apenas una semana antes de que explotaciones como el grupo Santa Cruz echaran la trapa». El artículo se ilustraba con una fotografía del primer y del último número y otra del último equipo de Bierzo 7. También aparece uno de los Macintosh con los que se maquetó el periódico. Una frase al final de la página despide el artículo: «Desde el corazón de Bierzo 7, y de nuevo sin más palabras que un latido conjunto, GRACIAS a todos. Esto ha sido hacer comarca antes de bajarse el telón… »
La periodista Mar Iglesias se encarga, en la última página, de expresar lo que todos en el semanario sentían, en la sección «Latidos de Comarca» con la que se cierra el último número: «Aquí nuestro adiós emocionado a 31 años de trabajo sin semanas en vacío. Pasamos al lado de la hemeroteca viva, desde donde siempre seremos tu Bierzo 7. GRACIAS. FIN».
(Agradecimiento- Justo al acabar de escribir este artículo conocí la noticia del fallecimiento de Mario Tascón, que tuvo la amabilidad de aportarme mucha de la información que contiene. Sirvan estas líneas como mi particular homenaje al gran periodista, pionero de la información digital y gran persona que fue Mario. D.E.P.)