Proyecto Orbanajo nació hace ahora cuatro años, de la mano de Pablo Ovalle, con la intención de abrir los ojos a una realidad ambiental que hervía en foros europeos. Recuerda que su primera acción fue una Plastic Atack, una campaña en la que reflexionar, en un hipermercado, sobre el uso de los plásticos y el daño que produce ese residuo al planea. A partir de esa actividad, comenzaron con las limpiezas a la orilla del Sil, sobre todo centradas en la zona del mercado, donde la suciedad era notable.
Recuerda Ovalle que la primera salida fue la que contó con más participantes, hasta cuarenta, lo que le dejó muy buen sabor de boca en ese momento. Se hicieron limpiezas al lado de la zona comercial de la Herrería - que este domingo, día 5, se reedita a partir de las 11 de la mañana, por lo que hacen un llamamiento a quien quiera sumarse. Quedarán al lado de la gasolinera del Temple y solo es necesario llevar guantes-, en el pantano de Bárcena...
Una decena de veces han seguido con esta actividad en el Mercado y una treintena en otras zonas que han incluído pueblos del municipio y también el pintado de las alcantarillas en otra acción que comenzó más tarde y que Ovalle conoció en Francia. Son las tortugas amarillas tatuadas al borde de las alcantarillas que exponen un mensaje claro "el mar empieza aquí". Pero, en 2019 comenzó una campaña que Ovalle cosió justo tras realizar la primera actividad de concienciación sobre los plásticos en el Lidl. Ese día, en un paseo de unos metros, localizó 400 colillas y se llevó las manos a la cabeza.
El problema de la falta de empatía con el medio al tirar con normalidad este residuo le hizo idear una nueva campaña, la del Clowncolillas. Y así nació un 'payasete' que salía a la calle con garrafas de cinco litros o más llenas de colillas recogidas en las calles de Ponferrada. Las cifras asustaban. Y esas colillas, junto a los enseres que encontraban en las orillas del río, iban a exhibirse a las puertas del Ayuntamiento. Siete veces han sacado esa misma foto, aunque Ovalle lamenta que haya servido de poco "socialmente sí se ha comenzado a hablar del tema", dice "pero no hemos conseguido más implicación". La que buscaban, la del Ayuntamiento se ha quedado pobre "les pongo un 4 de nota", dice Ovalle. Y, es que, solo han conseguido cierta complicidad que no ha conseguido materializarse. Aunque reconoce que, justo al inicio de la pandemia iban a iniciarse campañas escolares de concienciación, también apunta que, una vez pasó el covid, no se volvieron a activar.
Proyecto Orbanajo y su Clowncolillas no tuvieron un respaldo económico para sus actuaciones más que propio. Solo unos 150 euros para costear las pinturas con las que realizaron las tortugas en las alcantarillas y una propuesta de ayuda, pero de la mano de Ecoembes, una empresa con la que, "por conciencia", no quieren colaborar "no nos vamos a vender". Así las cosas, lamenta que incluso se les multara por colocar unos colilleros caseros que distribuyeron por la ciudad "teníamos permiso municipal, de palabra, pero no escrito, y por eso nos sancionaron". Aunque después le quitaron esa multa quedó clara la separación que existía de una posible acción conjunta con el Ayuntamiento.
Ahora, Ovalle ve nacer una campaña de concienciación con una mofeta como protagonista. Un personaje con el que no está de acuerdo, puesto que no se educa en lo que es una mofeta, ya que este animal solo expulsa un mal olor cuando se siente amenazado, y se utiliza su imagen y su nombre para definir a una persona "guarra". Ocultarse detrás de un animal considera que no es lo más adecuado y presume que será una campaña que "no va a ningún sitio", aunque ha supuesto un desembolso económico importante, 12.000 euros, que invierte FCC como concesionaria del servicio de limpieza en una empresa local.
Las cifras entre una iniciativa y la otra marcan una comparativa notable: 12.000 euros para una campaña, 150 para un proyecto de cuatro años. "Es todo imagen", reprocha Ovalle que pide un posicionamiento político de todas las fuerzas de la corporación sobre este tema ambiental.
Reconoce que sus actividades han perdido fuelle hoy "y "Proyecto Orbanajo realmente soy yo", apunta, pero sigue considerando que sus peticiones son válidas y posibles. En concreto solicita el cumplimiento de la Ordenanza de Protección de Espacios Públicos que se aprobó en 2014 y que en su articulado recoge sanciones para aquellas personas que tiren a la calle cualquier residuo. Asegura que no se está cumpliendo con esas sanciones, que considera que siempre deben acompañar a las campañas de concienciación para que sean efectivas.
Sanciones económicas y también trabajos para la comunidad "que las personas que tiran colillas vengan a recogerlas un día", expone como idea, algo que, pese a haberlo reclamado durante estos cuatro años, aún sigue sin tener eco en las administraciones. Pero Ovalle no desiste y asegura que "me puede" la lucha por el medio ambiente, por lo que este domingo ya irá a liberar de basura la zona comercial de la Herrería de nuevo.
Campaña de Mofeta "guarra" 12.000 euros, cuatro años de Clowncolillas 150 euros
Proyecto Orbanajo cumple cuatro años con sus actividades de concienciación sin haber recibido el respaldo del Ayuntamiento que ahora se alía a FCC para iniciar otra idea
04/03/2023
Actualizado a
04/03/2023
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