Con muchas ganas de descubrir como (casi) único equipaje es como parten los jóvenes expedicionarios que participan desde hace diez años en Ruta Inti, un programa cultural, formativo y de aventura para chicos y chicas de entre 18 y 25 años de todo el mundo. La Ruta Inti es un proyecto heredero de la Ruta Quetzal de Miguel de la Quadra-Salcedo que invita a los más jóvenes a descubrir del mundo a través de la historia, el patrimonio y la naturaleza a través de distintas aventuras.
Entre las 130 personas de Europa y Latinoamérica que se unirán este año a la expedición, que recorrerá Marruecos y Canarias, se encuentra el berciano Carlos Vidal, un joven de 22 años nacido en Ponferrada que ya es repetidor. Carlos descubrió la Ruta Inti el año pasado a través de la hermana de un amigo y, sus ganas de desconectar fueron la razón que le animó a unirse a un tipo de viaje que ya le rondaba la cabeza. "Terminé la carrera y el Trabajo de Fin de Grado muy agotado, buscaba algo para resetear y recuperar la energía y la ilusión", explica emocionado. Así aterrizó en México, en la península de Yucatán, con personas completamente desconocidas que, después del mes de expedición, se convirtieron en "una familia".
Ruta Inti es un viaje "itinerante", así que Carlos Vidal tuvo la oportunidad de descubrir varios lugares y distintas formas de vivir durante su experiencia en México. La jornada, además del desayuno, la comida y la cena con el resto de participantes y monitores, personal de intendencia, equipo médico y equipo de comunicación que les acompañan en la experiencia, tiene una parte de aprendizaje "con charlas sobre la historia maya o plantas medicinales, por ejemplo", que les ofrecen los autóctonos y hasta otras conferencias impartidas por sus propios compañeros ‘ruteros’ sobre sus ‘hobbies’ "que van desde el cine feminista hasta cómo hacer ‘castells’", relata. También descubren el sitio en el que se encuentran "gracias a actividades culturales", pueden hacer deporte y algunas noches disfrutar del cielo estrellado con propuestas de astronomía. Entre medias, "caminatas para ir hacia el siguiente lugar". Los participantes en la Ruta Inti duermen al raso con esterilla o mosquitera, en tiendas de campaña o pabellones y llevan "todo" dentro de su mochila porque "cada día estamos en un sitio". Durante ese tiempo, los jóvenes como Carlos tienen tiempo para relacionarse, algo que el berciano valora mucho de esta experiencia. Asegura que "promocionar" no se le da muy bien, pero si tuviera que invitar a alguien a unirse a la Ruta Inti sería porque "siempre te acordarás de la gente que conociste". Para él, "la experiencia dura un mes, pero el recuerdo se queda toda la vida". Además, insiste en que "aunque a veces resulte muy cansado o duro, estamos en el momento de hacerlo", asegura sobre su edad.
Cómo ser ‘rutero’
Carlos Vidal cumplió con el proceso de selección de Ruta Inti que está basado en un trabajo sobre un tema relacionado con el país de destino, una carta de motivación, el currículum vitae y una entrevista. Confirma que entre las cuatro partes "se hace una ponderación" y finalmente se confirman los seleccionados. Este año, al tratarse de su segundo viaje con Ruta Inti, no ha tenido que realizar el trabajo, pero sí entregar todo lo demás y también pagar la inscripción de 1.195 euros. Explica el joven que en muchas provincias o comunidades autónomas este programa está becado y que él probó suerte con la Diputación de León y la Junta de Castilla y León, pero sin éxito. No obstante, como piensa repetir el próximo año, "lo volveré a intentar". Ahora, finalizado su Grado en Físicas y estudiando un Máster de Ciencia y Datos en Utrecht (Países Bajos), Carlos Vidal volverá a colocarse la mochila sobre los hombros para recorrer mundo este verano.
La Ruta Inti de esta décima edición comienza en Andalucía el 21 de julio, desde donde se dirigirán hasta el norte de África, siendo Melilla su primer punto de contacto. Allí, Carlos y el resto de participantes podrán visitar lugares como Fez, el desierto de Merzouga, o el Valle del Atlas. Después se desplazarán hasta Canarias. Como parte del viaje, los jóvenes convivirán con comunidades locales en este proyecto de aprendizaje y conocimiento colectivo que definen como "universidad itinerante". Gracias al programa, basado en ponencias, talleres y mesas redondas, podrán centrarse en distintas áreas como la biología, la historia o la antropología. Además, este año tendrán formación específica en Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).