Con retos de futuro se abren las puertas de la 14ª Edición de Biocastanea, el encuentro técnico internacional sobre castañicultura que se celebra en el Bierzo, con una veintena de investigadores de todo el mundo y en la que se plantean necesidades para desarrollar un sector "en el que se puede hacer mucho más", apuntó el técnico de la marca de garantía de la Castaña Asada del Bierzo, Pablo Linares. Aunque asume que este año no ha sido bueno, ya que se ha perdido "más de la mitad de la cosecha" ve el vaso medio lleno, puesto que asegura que la previsión inicial apuntaba a unas pérdidas del 90%. al final, el hongo no siguió avanzando y se pudo recuperar parte de la cosecha, dijo. Pero sí considera que, en los 10 años en los que lleva trabajando la Mesa del Castaño, se ha conseguido que el sector se renovara y sí que ofreciera una imagen de tener un potencial económico aún por sacar "es un producto que está creciendo en todo el mundo", asegura "y es una parte de nuestra cultura".
Pero, en su debilidad está en la atomización. Hay 18.000 ha. de castaño en el Bierzo y cada propietario puede tener sotos de tres castaños. Eso dificulta la profesionalización a la que considera que hay que tender, por lo que pide que se hagan agrupaciones de productores. En este momento ya funcionan tres pero se debería ir avanzando, dice, al tiempo que se crece en número de emprendedores "vamos avanzando pero nos gustaría que fuera más rápido", apunta.
En ese avance, echa en falta que las administraciones tengan en cuenta la importancia del sector "es una excepcionalidad", dice "y si queremos que la gente vuelva al rural tiene que tener posibilidades de vivir en él. Las administraciones tienen que ver esos valores", pide, aunque eso no es óbice para que también lo vea la sociedad. Como también considera que se tiene que caminar hacia la transformación del producto. En estos momentos, el 80% de la producción es transformada, pero fuera de la comarca, un interesante potencial económico que se va "tenemos que cambiar y pasar de la producción a granel a la diferenciada".
Desde la Diputación de León, su presidente, Gerardo Álvarez Courel apostó por desarrollar este sector y asegura que se hace con los más de tres millones conseguidos de los Fondos de Transición para el Centro tecnológico de la castaña que tendrá sede en Igüeña. Considera que esta es la manera de luchar por un producto que, aunque este año no esté en una campaña buena "es de calidad", dice. Por eso se suma a la solicitud de esa implicación para transformar el producto en la zona. En ello coincidió el presidente del Consejo Comarcal, Olegario Ramón, que apuntó que el sector necesita profesionalizarse, agruparse y dedicarse a la transformación. Para ello, puso como "herramienta" el Banco de Tierras que puede ayudar a dar vida a los sotos de manera conjunta. Solo un 5% de las parcelas cedidas al Banco con de castaños y asegura que eso hace que estén limpios y en condiciones productivas.
Biocastanea abrió sus puertas de la mano de Asunción Cámara, profesora en el Campus de Mieres que quiso poner la tilde en la esperanza del paso de un panorama minero a uno verde. La Plataforma Juntos por los Bosques considera que es una manera de aunar voluntades que podría trasladarse al Bierzo, dijo.
Las jornadas continúan a lo largo de los próximos cuatro días con actividades relacionadas con el sector.