CGT pide "sentido común" para reducir el uso "excesivo" de las tecnologías en la enseñanza

Presenta en Ponferrada la campaña 'Que no te líen... ¡desconécta-t!' para reivindicar que la digitalización deje de ser a costa del profesorado y sus economías familiares

06/02/2025
 Actualizado a 06/02/2025
Rueda de prensa de CGT en Ponferrada para presentar la campaña. | JAVIER FERNÁNDEZ
Rueda de prensa de CGT en Ponferrada para presentar la campaña. | JAVIER FERNÁNDEZ

La Federación de Enseñanza de CGT Castilla y León presentó este jueves en Ponferrada una campaña reivindicativa contra el uso irracional de las tecnologías en el sector educativo. Bajo el lema 'Que no te líen... ¡desconécta-t!', parte de las situaciones vividas a diario por el profesorado y sus demandas en la práctica totalidad de los centros educativos públicos de la comunidad autónoma. Su fin es que la digitalización deje de ser a costa del profesorado y sus economías familiares y, además, se pretende tomar conciencia y desarrollar el derecho a la desconexión digital recogido por la legislación europea y  nacional.

La digitalización educativa, impulsada como una medida modernizadora tras la pandemia, ha generado una dependencia de corporaciones como Microsoft y Google, lo que ha originado tres grandes problemas, según denuncia CGT:  la privatización del conocimiento, pues "la educación pública queda subordinada  a intereses privados"; brechas económicas y desigualdad; con costos transferidos al profesorado; y alineación laboral, con un aumento de la carga y jornadas laborales extendidas. 

Como explicaron José Carlos Martínez (CGT Enseñanza Bierzo), Lara Monín (Zamora) y Raúl García (Burgos), el sindicato lamenta que en Castilla y León la implementación de sistemas digitales como Stilus y plataformas privadas -sin dispositivos proporcionados por la administración- ha precarizado alpersonal docente, "que debe derivar importantes cantidades de su economía familiar a la compra de equipos informáticos, teléfonos móviles y el pago de la conexión a Internet", lo que incumple la legislación europea, pues es la administración la que debe proporcionar y mantener medios tecnológicos necesarios.

En cuanto a la Consejería de Educación, la sección de Enseñanza de CGT denuncia de forma específica el uso obligatorio de dispositivos personales para autenticación, la falta de alternativas para dispositivos profesionales, la dependencia  de plataformas privadas (Microsoft Google, afectando privacidad de datos de docentes, familias y alumnado) y el uso de WhatsApp en educación, "contradiciendo principios pedagógicos y fomentando hiperconectividad".

Por ello, el sindicato reivindica la provisión de equipos profesionales por parte de la administración, el rechazo a la externalización de plataformas en manos de corporaciones privadas y la exigencia de plataformas educativas públicas y soberanas.

Cartel de la campaña de CGT.
Cartel de la campaña de CGT.

"Tenemos derecho a una vida"

Una maestra veterana de Ponferrada, Lourdes Liquete, explicó en primera persona la problemática que denuncia el sindicato y que fundamenta la campaña reivindicativa. Por ejemplo, hizo especial hincapié en que fuera del horario laboral se debe terminar con los mensajes a los educadores por vías como WhatsApp o diferentes plataformas "porque tenemos derecho a una vida y a una desconexión", un problema que, por supuesto, también es aplicable a los alumnos. Precisamente en cuanto a los estudiantes, señaló que hay familias que no disponen de medios para llevar a cabo las tareas por vía digital que se les encargan, lo que se debe limitaría al horario escolar con los equipos que ponga la administración.

La profesora también pidió "sentido común" para limitar el uso de estas tecnologías y favorecer las relaciones entre los alumnos en primera persona, sin limitarlas al WhatsApp o a Teams: "No nos cerramos al uso de la tecnología pero apelamos al sentido racional".

Y es que, según aseveraron en la presentación de la campaña, esta digitalización excesiva "no redunda en una mejor formación ni organización de los centros educativos, pero sí en una mayor carga burocrática para el profesorado".

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