Apunta que esta actuación “constituye un paso más en el compromiso de Mitma de buscar soluciones que permitan mantener las conexiones viarias de Galicia con el resto de la península, tras los derrumbes sin heridos, ni víctimas mortales”.
Alternativas de paso
Desde la caída del primer vano de la estructura hasta ahora ya se ha puesto en funcionamiento un nuevo desvío que ha permitido mejorar considerablemente los tiempos de recorrido de los vehículos al circular por la zona afectada. Además, se continúa trabajando en habilitar un itinerario alternativo a la travesía de Pedrafita do Cebreiro para el paso de vehículos de mercancías especiales para este otoño. De cualquier manera, el pasado 2 de agosto se puso en marcha la medida por la cual los vehículos de dimensiones superiores a los 26 metros de longitud y tres metros de ancho podrán utilizar la AP-53, en sentido Alto de Santo Domingo-Santiago, y la AP-9 en el tramo Santiago-Ferrol, entre las 22.00 y las 06.00 horas sin abonar los correspondientes peajes.
Los viaductos estaban siendo objeto de obras de reparación, iniciadas el pasado mes de octubre de 2021, a través de una declaración de emergencia. Concretamente, la calzada sentido A Coruña estaba cerrada a la circulación y el tráfico estaba siendo desviado por la calzada sentido Madrid.
Tras producirse el incidente, se cerró inmediatamente, por precaución, la calzada sentido Madrid y el tráfico se desvió por la N-6. Desde entonces se está trabajando, a nivel técnico, para conocer las causas de los derrumbes y poder ejecutar una solución que restituya el tráfico lo antes posible. En este sentido, los trabajos de investigación para la determinar las causas del colapso avanzan a buen ritmo, contando con un equipo multidisciplinar de más de 60 personas en el que están involucradas 10 empresas de ingeniería y construcción de primer nivel.