El barrio de Compostilla había presentado hace unas semanas una campaña por internet para recoger firmas en contra de la ubicación de la futura central de calor para Ponferrada, un proyecto contra el que insisten que no están en contra, pero que les parece que estaría demasiado cerca de sus viviendas.
En change.org y una segunda plataforma estuvieron presentes solicitando rúbricas y consiguieron las que necesitaban en la primera de ellas «necesitábamos 700 en 10 días y las tuvimos», no en la segunda, donde quedaron por debajo. Esas firmas respaldaban que se pensara en otras ubicaciones para esta estructura.
En la actualidad siguen adelante con el procedimiento judicial abierto, de la mano de Bierzo Aire Limpio, que valora que el trámite urbanístico no se desarrolló legalmente para que la central esté en la localización decidida como más apropiada por el Ayuntamiento de Ponferrada, cerca del parque de Bomberos.
«Tendremos una reunión del grupo de trabajo y a partir de ahí decidiremos qué posición tomar», dice la portavoz vecinal, Pilar Martín Coruña. Mientras, se han dado pasos adelante con la licitación de la primera fase de la central. La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León adjudicó a la Unión Temporal de Empresas ACSA-Maderas Castañeiras, por 3.331.718,17 euros más IVA la ejecución de la primera fase de las obras de instalación y mantenimiento de la red de calor de para dar servicio de calefacción y agua caliente a 13 edificios públicos en la zona norte de la ciudad.
Finalmente las obras serán ejecutadas por una de las dos compañías bercianas que concurrían en UTE con otras empresas para hacerse con el contrato. La adjudicataria fue de las mejores valoradas tras la apertura de plicas con las ofertas económicas tras la presentación de 13 propuestas. Sin embargo las informaciones de la concesionaria ACSA, dentro de un juicio por la financiación ilegal del PP hacen dudar a los vecinos de la misma.
La ejecución de la instalación se prolongará 54 semanas, y el contrato incluyedos años de mantenimiento, en los que la adjudicataria cobrará un millón de euros cada anualidad. Estos trabajos son una primera fase que concluirá con una segunda hasta completar una inversión de más de cuatro millones de euros justificados, según la Junta, en la necesidad de ir relevando los antiguos sistemas de calefacción más contaminantes y de menor efectividad, por nuevas instalaciones que puedan resolver esos problemas.
La capacidad de suministro de energía térmica es de 25.000 MWh al año y el consumo máximo de biomasa que se prevé se marca en las 7.800 toneladas al año. En concreto, la Junta marca un descenso de emisiones de CO2 anuales de 6.000 toneladas.
Compostilla consigue las firmas que se fijaba contra la central de calor
Lamenta que el procedimiento avance y advierte que la concesión de los primeros trabajos se ha hecho a una empresa sospechosa
07/03/2018
Actualizado a
19/09/2019
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