Consejo Comarcal y Huertas del Sil dan la mano a nuevos horticultores

La cooperativa Huertas del Sil, que recibió el empuje del Banco de Tierras para iniciar su estructura hace dos años, acaba de sellar un convenio con el mismo para, a lo largo de dos años, tutorizar a posibles emprendedores que puedan engordar el número de horticultores bercianos o que incluso lleguen a formar parte de la cooperativa como un socio más.

En la actualidad, la cooperativa cuenta con seis socios, los mismos con los que inició camino en 2020. En el medio, una pandemia y la imposibilidad de poder ir a más producción han dejado ese proyecto a la espera de crecer, pero el potencial para hacerlo es más que amplio, reconoce su representante, Juan Arias. Asegura que el consumo berciano de productos de la huerta alcanzan los 7 millones de euros, de los que la cooperativa solo llega a los 60.000, que traducido en kilos de productos son 80.000. Su intención ahora es crecer para, al menos, hacerse con un 20% de ese total facturado en estos productos, unos 1,4 millones, para lo que deberían alcanzar una producción de 2 millones de kilos. 

Arias asegura que hasta 25 familias podrían vivir del producto local, de ahí que, de la mano del Banco de Tierras quieran atraer a nuevos agricultores para seguir cubriendo ese espacio. Lo harán mediante un programa por el que serán tutores de los emprendedores, a los que se les ofrecerá desde el terreno hasta la semilla. Incluso se les ayudará con la comercialización, atrayendo a nuevos comerciantes kilómetro cero. Y es que, reconoce Arias que hoy no se puede pensar en grandes superficies, puesto que su infraestructura y la cantidad de producto no son suficientes. 

El presidente del Consejo Comarcal, Gerardo Álvarez Courel presentó el nuevo convenio asegurando que la colaboración será clave para desarrollar un sector "fuerte y profesionalizado". En esa profesionalización incidió Arias como una de sus principales necesidades en un contexto que asegura que es un verjel para estos productos "lo que pasa que se ha dejado por otros sectores".

Volver la vista a la huerta puede ser una ventana al futuro en la que quieren participar y lo harán dando tutela a entre dos o tres emprendedores que, durante ese tiempo en el que aprenderá a trabajar la huerta y a comercializar serán socios temporales de la cooperativa. Después, se echarán a andar en solitario y decidirán si pertenecen a ella o no.

Arias reconoce que la unidad les ha hecho crecer "hace que seamos más fuertes" y manifiesta su intención de seguir trabajando "para seguir sumando hasta donde podamos", dijo.