La estudiante del Grado en Lengua Española y su Literatura en la Universidad de León (ULE), Ariadna González Blanco, ha dedicado este verano al desarrollo de un proyecto muy original titulado ‘Un viaje por la memoria de ‘París’: recuperación del dialecto de Fornela y la jerga de los vendedores ambulantes’, tarea que ha podido llevar a cabo gracias a una de las Becas Ralbar de las concedidas en la edición 2024 por la institución académica y el Banco Sabadell.
El valle de Fornela está compuesto por siete pueblos, cinco bañados por el río Cúa (Cariseda, Chano, Guimara, Peranzanes y Trascastro) y dos que se encuentran más alejados, que son Faro y Fresnedelo. Se trata de un valle "desconocido para muchos "que "destaca por sus paisajes, pero también por su historia", y goza de "gran cantidad de figuras protectoras de su biodiversidad". Además, Ariadna González explica que son tierras "que sufrieron mucho debido a la emigración y al despoblamiento, ya que su principal motor económico era la agricultura, la ganadería y sobre todo la venta ambulante a los pueblos de los alrededores".
El proyecto ha estado centrado en las personas del Valle, y su objetivo ha sido recuperar sus memorias, a través de los testimonios de quienes han nacido y crecido allí, “pero también de sus hijos y nietos, que han tenido la oportunidad de volver a sus raíces”.
Un patrimonio difícil de conservar
La lengua es un patrimonio inmaterial, difícil de conservar, lo que hace que se pierda si no se actúa para recuperar, registrar y poner en valor las palabras que la integran. "La jerga del burón, -explica Ariadna González-, era utilizada por los vendedores ambulantes, que se dedicaban sobre todo a los textiles, para comunicarse entre sí y que la gente no les entendiese. La profesión ya casi no la practica nadie, por lo que existe la necesidad de plasmar esa jerga antes de que desaparezca del todo".
Para lograr su propósito, Ariadna ha realizado entrevistas a muchas personas del valle, especialmente a las de más edad, que se han ido enlazando para formar un video que recoge sus recuerdos y memorias. De esta manera han sido recogidas muchas palabras de la jerga de los vendedores, algunas tan curiosas como la que utilizaban para referirse al valle, que ellos denominaban ‘París’.
El vídeo documental se ha proyectado en diferentes lugares y la experiencia ha sido "muy gratificante" para la joven alumna de la ULE, que comenta que “gracias a esta oportunidad he podido conocer más sobre mis raíces”, y añade que, de cara al futuro, le gustaría "desarrollar más a fondo este proyecto".
"He intentado, -explica-, que las personas a las que he entrevistado en este documental se sintiesen escuchadas, para que sus vivencias e historias no queden en el olvido y darle la importancia que merecen ya que el patrimonio inmaterial se va a perder si no se recupera y es una parte muy importante para entender de dónde venimos".
Ariadna González Blanco se muestra satisfecha por haber participado en el programa de las Becas Ralbar, una iniciativa que "debería conservarse por muchos años porque da voz a la España despoblada", y en este caso concreto, "para que el Valle de Fornela no quede en el olvido". También expresa su agradecimiento a sus tutoras y a la ULE "por haberme proporcionado los recursos necesarios y por saberme aconsejar en todo momento".
Por último, la joven menciona a la alcaldesa de Peranzanes, Henar García, "por prestarme todo lo que estuviese en su mano para que esto se pudiese desarrollar. Y sobre todo, a todo el Valle de Fornela, su gente y su historia".