En lo que llevamos de 2024, Cáritas Diocesana de Astorga ha visto como se ha incrementado en un 4% el número de personas a las que acompaña en la Casita de San José de Astorga, con respecto a todo el 2022. Es más, hasta el mes de septiembre, había acompañado a más personas sin hogar que en todo 2022.
Son más las mujeres atendidas a estas alturas del 2024 que en todo el año 2022. Ante esta realidad, Cáritas presenta la campaña ‘Caminemos Juntos’ para concienciar a la sociedad sobre la desprotección que sufren estas personas, con motivo del Día de las Personas sin Hogar, que se conmemora el 27 de octubre. Denuncia así el aumento de la vulnerabilidad “de forma alarmante” en muchas personas y familias, que no pueden acceder a su derecho a una vivienda digna y adecuada. “Es necesario y urgente seguir sensibilizándonos como sociedad y continuar interpelando a las administraciones públicas, garantes de los derechos humanos, y al resto de la sociedad acerca de la realidad que están viviendo estas personas”, explica María Santos, responsable del programa de personas sin hogar de Cáritas Española.
Cáritas Española acompañó, en 2023, a 42.336 personas sin hogar en toda España, un 7,2% más que el año anterior. Dos de cada diez son mujeres, y la mitad, de nacionalidad española. En lo que llevamos de 2024, desde Cáritas Astorga acompañaron a un 4% más de personas sin hogar que en todo el 2022. Desde enero a septiembre de este 2024 han pasado por la Casita de San José, el recurso de Cáritas para ayudar a estas personas, 178 necesitados, un 4% más que en todo el año 2022. Y, de momento, ligeramente por debajo de la cifra de 2023, pero teniendo en cuenta que aún queda por contabilizar a las personas que acudan a la Casita en los tres meses que quedan para finalizar este 2024. “Es muy significativo el dato de las mujeres a las que acompañamos en la Casita. Si en todo el año 2022 fueron 12, en lo que llevamos de 2024 ya son 14 (prácticamente la misma cifra que a septiembre de 2023)”. Esto alerta del aumento de la feminización de la exclusión social. En Cáritas Diocesana de Astorga, hasta septiembre de este año, además de atender a 178 personas realizaron un total de 926 intervenciones. El 70% de las personas que han pasado en lo que llevamos de 2024 por la Casita de San José son españoles. Y el 16% procedentes de la Unión Europea. El resto, de otros países de fuera de Europa.
La falta de un techo obliga a estas personas a afrontar a diario una serie de obstáculos que impiden su integración plena en la sociedad. Entre ellas destacan la falta de intimidad, las dificultades de acceso a un trabajo decente y a una vivienda adecuada, las trabas para acceder a los trámites de la administración pública, como por ejemplo el empadronamiento, o los problemas de salud física y mental.
“La salud mental merece especial atención, ya que es tanto un factor de riesgo como una consecuencia del sinhogarismo. Las crisis personales y las situaciones estresantes suelen ser detonantes que llevan a la persona a perder su hogar”, indica María Santos.
El 29,9% de las personas sin hogar declara además no tener ninguna fuente de ingresos. “Entender estas causas es esencial para desarrollar estrategias efectivas que aborden el sinhogarismo desde sus raíces, ofreciendo apoyo integral y soluciones sostenibles para quienes se encuentran en esta situación”, añade la responsable de la campaña.
En el contexto estatal y según recoge el INE (2022), hay 28.552 personas en situación de sin hogar, representando un aumento del 24,5% desde la última cifra publicada el año 2012. “Es necesario ser conscientes del sesgo que representa este dato, ya que deja fuera muchas situaciones de exclusión residencial que contempla la clasificación ETHOS, así como aquellas personas que no han estado atenidas por los recursos asistenciales o que viven en municipios inferiores a 20.000 habitantes”. Se prevé que el volumen real del sinhogarismo sea mucho mayor. Desde esta realidad, también se creó la Estrategia Nacional contra el sinhogarismo en España (2023-30). Estrategia, que “debe convertirse en ley de obligado cumplimiento si queremos dar pasos hacia adelante”, apunta María Santos.
Cáritas ha organizado una serie de actos para dar visibilidad a esta realidad Astorga, Bembibre y Ponferrada.