Cuando la fotografía y la arquitectura se hermanan

El berciano Álex Fernández-Llamazares acaba de ser preseleccionado en los Photography Awards de Sony con sus imágenes de paradas de bus gallegas abandonadas

04/03/2025
 Actualizado a 04/03/2025
Una de las fotografías presentadas a concurso. | A.F.L.
Una de las fotografías presentadas a concurso. | A.F.L.

«Es arte» dice el berciano Álex Fernández-Llamazares. Así define la conjunción de sus dos pasiones, de las que ha hecho profesión y de las que vive: la fotografía y la arquitectura. Desde 2020 es fotógrafo de arquitectura e interiorismo, lo que le obliga a estar en constante movimiento, acercándose a los proyectos desde Vigo, donde está afincado. Estudió informática pero tenía una especial querencia por la imagen. Recuerda que le gustaba fotografiar motos «pero de eso no podía vivir». Y se acercó a la arquitectura, incluso haciendo un módulo de FP en Ponferrada relacionado con ella y un máster en Málaga, donde ha sido docente universitario.

Y se ha convertido en un fotógrafo de arquitectura e interiorismo que saca lo mejor de cada proyecto. Conoce las claves: «hay que mantener las verticales», dice, para manejar bien la presentación de lo que se quiere enseñar «las líneas no deben ser divergentes». El manejo de objetivos específicos llamados «descentrables» es uno de los secretos de sus imágenes, que permiten esquivar la deformación de las líneas. «Es un arte», reconoce,  también en interiores donde las imágenes HDR son esenciales. Permiten sacar tres fotografías a un mismo objeto y unirlas «para conseguir el rango dinámico» que permita ver interior y exterior de la mejora manera. 
Todo ello ha ido marcando la silueta de su profesión y la firma de sus trabajos que también han sido premiados casi desde el primer momento. Recuerda que el año en el que comenzó a trabajar como profesional en esta disciplina consiguió el Premio Lux 2020. Ha tenido diversos premios internacionales de fotografía con menciones de honor y ahora ha quedado preseleccionado en el concurso World Photography Awards de Sony, en su 18 edición.

Es la tercera vez que se presenta a un concurso de este tipo, mundial, en el que se compite con más de 400.000 imágenes de profesionales de 200 países. Y aunque no lo ve como un logro a destacar, sí aprecia que se haya puesto en valor su «álbum de cromos» de las paradas de autobuses abandonadas gallegas. Unas imágenes en color que siempre conservan el mismo encuadre «con todo lo que las envuelve» y que dan cuenta de esa España Vaciada que ven los ojos mundiales a través de sus fotografías. Ha presentado una serie de 10 «pero tengo más de 80» y con ellas, llamadas ‘Pasaxes’ quiere seguir levantando la mano en concursos de prestigio e incluso preparar alguna exposición temática. 

Pero sobre todo, lo que busca el fotógrafo berciano es seguir hermanando fotografía y arquitectura y continuar creando arte.


 

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