Rapabestas está de celebración, pues cumple sus bodas de plata. Desde su nacimiento en 1999, han pasado por la banda diversos músicos hasta la formación presente, teniendo en su haber cuatro proyectos discográficos con temas propios. El último de ellos, ‘Rec’, ofrece un enfoque especial, pues aúna el trabajo de estudio con actuaciones grabadas en directo. Para celebrar el cumpleaños, el grupo ya tiene la agenda de 2024 casi al completo, pero todo comenzará este martes y miércoles en un escenario mágico como el Castillo de los Templarios, donde se unirá a la Banda de Música Ciudad de Ponferrada y a Templarios del Oza para ofrecer un espectáculo único para el que todavía quedan las últimas entradas a la venta.
– ¿Han pasado rápido estos 25 años?
– Ha sido todo muy intenso y rápido. Miro atrás con añoranza de muchas cosas y gente que ha pasado durante todo este tipo que, por circunstancias de la vida, han cogido otro camino y salido fuera a trabajar. Echas de menos esos momentos, pero siempre lo mejor está por venir.
– Durante todo este tipo han evolucionado y adaptado sus sonidos.
– Sí, claro. Cuando comenzamos aquello sonaba muy bien, pero tocábamos canciones de otros grupos al principio. Ahora ya todos los temas son nuestros, compuestos por cada uno de nosotros, porque al final Rapabestas no es un grupo de música folk a la usanza sino de fusión, entonces cada uno viene de un estilo distinto y es donde tenemos esa riqueza para llegar a todo el público, desde los más jóvenes a los más mayores.
– Esta riqueza es uno de los distintivos que tienen como banda.
– Por supuesto. Cuando la gente escucha un tema dice que es de Rapabestas. Es importante tener un estilo propio.
– ¿Nota que su música también está llegando a las nuevas generaciones?
– Sí, por lo que le decía. Al tener instrumentos entre comillas más modernos y hacer una fusión, están escuchando desde una gaita, un acordeón, un violín hasta un bajo o una batería, y eso llega al público joven. Tenemos un abanico de público muy grande.
– Ya tienen cuatro trabajos discográficos en su haber.
– Empezamos con ‘Estío’, luego hicimos el himno de la Ponferradina versión folk, el himno del Mundial de Ciclismo, el discu ‘Format-R’, un DVD de Rapabestas en concierto, y también nuestro último trabajo, ‘Rec’, que lo hicimos hace un par de años en el Teatro Bergidum y es en directo. Estamos muy contentos y la mayoría de temas que tocaremos estos días son de ese disco.
– ¿Disfrutan este trabajo de grabar discos del mismo modo que las actuaciones en directo?
– Nos gusta estar en estudio, pero más aún el directo. Rapabestas es grupo de directo, por eso este último trabajo lo hicimos en directo, para que el público estuviera con nosotros.
– ¿Qué acogida ha tenido ‘Rec’ durante estos dos años?
– Muy buena. De hecho, hemos salido mucho a actuar fuera y la crítica ha sido muy buena en los medios de comunicación a nivel de folk en España. Ya llevamos un par de años con él pero seguimos tocando esos temas porque llegan mucho al público.
– ¿Qué estado de salud diría que tiene el género folk en España?
– Depende de las zonas. A finales de los 90 y a principios de los 2000 ha habido mucho folk, luego hubo un bajón en el que desaparecieron muchos grupos y la pandemia también fue un golpe duro. Nosotros nos mantuvimos y tenemos una salud muy buena. El folk sigue funcionando, aunque como somos un grupo de folk fusión, llegamos a más gente. Aún así, el folk existirá siempre.
– La pandemia fue un golpe duro...
– Llegamos a pensar qué hacer. Al final todo pasó y volvimos a cogerlo con más ganas, y en poco tiempo volvimos a hacer otro trabajo discográfico y hemos tenido muchos conciertos últimamente.
– ¿Llegaron a valorar formas de reinventarse tras ella?
– Tuvimos que decidir qué hacemos, si tirar para adelante o parar. A veces es bueno esto último. En estos 25 años hubo una temporada de parón de un año y pico para resetear, despejar la mente, coger ideas... también con miedo a pensar si era el final, pero no lo fue.
– ¿Pensaron seriamente si podía ser el final?
– No, pero seguramente que las mentes de cada uno juegan su partido. Al final decidimos volver a darle caña otra vez y el público lo agradeció mucho. Es muy difícil comenzar, pero más complicado aún es mantenerse.
– Con motivo del 25 aniversario actuarán en un entorno espectacular como el Castillo.
– Es un lugar mágico, muy especial actuar ahí. De hecho, Rapabestas nunca hemos tocado en el Castillo y estamos muy ilusionados, ya no solo por el lugar, sino también por toda la gente que va a estar con nosotros con el acompañamiento de la Banda de Música Ciudad de Ponferrada y la Banda de Gaitas Templarios del Oza, además de más músicos amigos de Rapabestas.
– ¿Qué tipo de espectáculo se va a encontrar el espectador?
– Uno especial. Además de escuchar a Rapabestas, al unir a la Banda Ciudad de Ponferrada y Templarios de Oza habrá en un determinado momento sobre el escenario 60 o 70 personas. Eso va a ser apoteósico. La gente no ha escuchado nunca esa fusión y va a ser novedoso y sorprendente. Rapabestas ha sido un grupo que ha abierto muchas puertas a lo novedoso.
– ¿Cuánto ensayo requiere un espectáculo de este calibre?
– Mucho. Primero por separado, y después es muy complicado unir todos los sonidos y generar el feeling y el empaste entre todos. A base de trabajo y de ensayos lo estamos consiguiendo.
– ¿Están trabajando ya, de forma paralela a estos conciertos, en algún trabajo discográfico nuevo?
– No, ahora mismo estamos disfrutando del disco ‘Rec’, que es prácticamente reciente, y estamos centrados en el aniversario. Ahora al llegar el verano tenemos muchos conciertos, tanto en el Bierzo como fuera, y también con la Ciuden en el ciclo Dinamiz-ARTJ.
– ¿Por qué escenarios van a pasar?
– Aquí en Ponferrada por bastantes: Ciuden, Bembibre, Villafranca del Bierzo, Cubillos del Sil, Páramo del Sil... haremos un pequeño tour en el Bierzo, pero también iremos a sitios como Burgos, más lo que quede aún por salir. Tenemos un verano, y un año entero hasta que acabe, bastante completo, pero lo primero son estos dos días de conciertos, que son los primeros en el marco del 25 aniversario y tenemos una ilusión tremenda.
– Mirando hacia el futuro, ¿qué ven en el horizonte?
– Nunca se sabe. Todo es tan incierto... pero lo más importante es seguir juntos y haciendo lo que nos gusta. Luego, cuando acabe esta gira, nos pondremos a componer y a hacer cosas nuevas. No solo tocar, componer nos gusta mucho, nos ilusiona el trabajo de estudio y tirar hacia cosas más modernas.
– ¿Por dónde puede pasar esa modernización?
– No lo sé exactamente, pero desde seguir tocando melodías que son muy conocidas por la gente, que nos las piden muchas veces, hasta otras que mezclen nuevos ritmos con lo antiguo. Esta fusión es maravillosa. Los músicos no paramos, seguimos aprendiendo siempre porque esto no para. Si te quedas anclado, al final desapareces, pero creo que ya tenemos una huella, tanto en la comarca como fuera de ella.
– Ahora otros 25 años por delante...
– Uf, ojalá, pero algunos somos ya algo mayores. Hasta que aguantemos y la ilusión siga.
