El recuerdo del Socavón Antón Ardura, que dio de comer a 200 mineros en Santa Marina

Hace 60 años que Virgilio Riesco protagonizara el crecimiento del carbón en el corazón de Torre del Bierzo que ahora quiere recordar aquel pasado con el que convive

16/07/2024
 Actualizado a 16/07/2024
Susi, Jesús Díaz García . Foto año 1974 en Socavón Antón Ardura, empresa Virgilio Riesco.
Susi, Jesús Díaz García . Foto año 1974 en Socavón Antón Ardura, empresa Virgilio Riesco.

Santa Marina de Torre no olvida su pasado, casi presente, minero. Son 60 años los que celebra desde que se abriera la mina Adonina (Socavón Antón Ardura) propiedad entonces del empresario Virgilio Riesco y protagonista incluso de tres minutos del NO-DO, en 1975, cuando se intentaba poner el foco en la navidades vividas dentro de la mina.

Seis décadas que Santa Marina quiere seguir recordando, como lo hizo en su 50 aniversario, con unas jornadas que tendrán lugar el próximo 18 de julio en la Casa del Cura, donde a las 18:30 recuperará el anecdotario sobre el pozo y proyectará después el documental ‘Las minas por dentro’, filmado en 1987.

El pueblo no olvida al hombre apasionado por la mina que puso nombre a esta mina, al pozo Mariángela, a ‘Boisán’, hoy un sembradero de fósiles único, o a ‘La Jota’ o ‘Nos veremos’.

En Santa Marina estos nombres hablan de trabajo y sudor, ya desde el 36. Nombres que ya forman parte de la memoria de este pueblo y de los centenares de mineros que trabajaron en sus galerías desde que Riesco abriera su primera mina al finalizar la Guerra Civil. El socavón lleva el nombre del suegro de Riesco. Antón Ardura era un hombre de izquierdas hasta la médula y minero a partes iguales desde niño. Su ideología chocaba con la de Riesco y, aún así, ambos se elogiaban. Escapado a Asturias, tras la denuncia de una vecina republicana, a su vuelta ya ingresó en las minas como administrativo primero, en Antracitas de Brañuelas, y después como propietario, con Adonina. Y ahí trabajó con su suegro Antón Ardura. De dos empleados, el socavón pasó a unos 200 en los mejores tiempos.

Virgilio Riesco, antes de encontrarse con Amor, a la mina y a su mujer en Torre, pasó de su Matalavilla natal a Argentina, donde fue a hacer vida y creció sin olvidarse de un Bierzo al que regresó ya para formar parte del pasado minero que siempre le recuerda con cariño.

Lo más leído