Denuncian la aparición de más de un centenar de truchas muertas en el río Valcarce

Exigen que se tomen medidas contra los responsables y que se vea en estos hechos la “insensibilidad” de los políticos con el medio ambiente

Mar Iglesias
24/07/2023
 Actualizado a 24/07/2023
De la Fuente con una de las truchas que pescó en el río y que testimoniaba que estaba recuperándose.
De la Fuente con una de las truchas que pescó en el río y que testimoniaba que estaba recuperándose.
El recorrido del ponferradino, Manuel De La Fuente, en un día de pesca hace unas semanas fue de lo más peculiar y menos atractivo. Recuerda que el 11 de julio sobre las 19:00 horas, estaba pescando en el Coto de Pereje del río Valcarce, cuando, al hacer un lance con la cucharilla aguas arriba del Puente de Pereje y en unazona donde el caudal del agua discurría con poca corriente, observó cuatro truchas que sobrepasaban los 24 centímetros muertas en el fondo del río. Tras ese primer encontronazo, se dirigió aguas arriba “y observo más ejemplares de truchas muertas”. Sus pies continuaron recorriendo el río en dirección a Trabadelo y después de transitar aproximadamente un kilómetro y medio de este por la orilla “contabilicé unas 20 truchas muertas de un tamaño aproximado entre 16 y 30 centímetros”. Sumando y con la perspectiva de pescados, supone que “las truchas muertas pudieran sobrepasar el centenar”.

Así las cosas, De la Fuente decidió recoger sus aperos de pesca y retirarse con uno de los ejemplares muertos, de unos 24 centímetros, con el fin de denunciar los hechos al Seprona. Un agente del Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León se trasladó al lugar de los hechos tras efectuar esa denuncia para comprobar in situ lo ocurrido. “Entregué el ejemplar muerto recogido para que procedieran a analizarlo e investigaran las causas que propiciaron este desastre”, apunta.

Ahora pide a la Junta de Castilla y León que “no mire para otro lado”, y proceda a “esclarecer este grave problema e imponer una sanción ejemplar a los causantes o causante de este desastre ecológico y obligarles a repoblar el río con truchas comunes de las mismas medidas que las recogidas muertas”.

El Coto de pesca de Pereje “se estaba recuperando bastante bien con buenos ejemplares de trucha común y con aguas bastante limpias después de los malos momentos que tuvo que soportar este río con la construcción de la A6 y algunos vertidos peligrosos que dificultaban la regeneración de la trucha y ahora que comenzaba de nuevo a ser el único río un poco pescable y recuperado en el Bierzo le ocurre este hecho gravísimo, como si este río estuviera maldito”, lamenta De la Fuente.

El pescador, que también fue concejal en Ponferrada en el pasado mandato primero por el PSOE y después por el grupo no adscrito, hace una reflexión sobre estos hechos y los posibles daños futuros que se están provocando a la naturaleza. “Esta comarca la están deteriorando y destruyendo personas insensibles al medio ambiente. Los habitantes han tenido que soportar y siguen soportando el deterioro de la flora, la fauna y el ecosistema, por vertidos incontrolados a los ríos de la Comarca como el Boeza, Cabrera, Tremor, Sil, Burbia, Cua, Selmo, Ancares y Valcarce, ahora con la implantación de parques eólicos y foto voltaicos, así como con la salvaje instalación de las líneas de evacuación sin miramiento alguno, pueden llevarse por delante toda nuestra riqueza productiva y medioambiental. Yo no estoy en contra de las energías limpias, pero estas instalaciones alocadas y sin sentido común que pretenden implantar pueden propiciar la ruina definitiva de una comarca rica y productiva en todo”. Y se imagina que los ríos bercianos, bien cuidados, pueden dar una riqueza turística enorme a la zona “pero los políticos que tenemos en esta comarca no han hecho otra cosa que adquirir poder y un buen sueldo, abandonando esta tierra a su suerte, carecen de imaginación y de sentido común”.

De la Fuente considera que los hechos que ha denunciado, ocurridos en el río Valcarce “deben servir como un aviso para aquellos políticos que autorizan la instalación de industrias contaminantes en las laderas o próximas a los cauces fluviales”. Pide a los alcaldes, como garantes de que se cumpla la Ley, que estén vigilantes y se encarguen de inspeccionar e investigar a las empresas instaladas bajo su jurisdicción municipal, “porque no solo está en un grave riesgo la fauna piscícola, sino que también pueden estar en serio peligro de contaminación las playas fluviales de sus municipios”, advierte.
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