Un grupo de senderistas, entre los que se encuentran los pertenecientes a la Asociación de Amigos de los Montes Aquilianos y otros grupos conservacionistas que pasaron por la ruta de los canales romanos de las Médulas en La Cabrera han denunciado la falta de desbroces y de control en las obras de acondicionamiento realizadas en la misma y exigen a las instituciones públicas que controlen la ejecución total de la inversión de forma adecuada “y para ello comprueben el estado deficiente del desbroce realizado y el acondicionamiento del sendero, para que sea operativo y se señale adecuadamente los cruces para evitar pérdidas”.
Lamentan que se trate de una inversión realizada por el Instituto Leonés de Cultura “lo que debería ser una garantía de seriedad y trasparencia”. Pero consideran que la institución provincial “no saben nada del estado de ejecución de esta obra”.
“No puede permitirse que una inversión de 390.000 euros quede limitada a la colocación de unos carteles y unos pasos de madera y poco más”, dicen. “Es una cantidad de dinero que nos vemos obligados a denunciar, merece nuestra denuncia para que se investigue por quien corresponda”.
Animan a que comprueben el trazado en el municipio de Benuza, entre Castrillo de Cabrera y la Ermita de la Virgen del Valle, unos 25 kilómetros. “Puede que hayamos sido de los primeros en realizar esta bonita ruta y después de nuestra experiencia, nos consideramos con la obligación de exigir una supervisión de los trabajos que creemos no ha existido, dadas sus peculiaridades”.
Estos senderistas explican que han quedado totalmente decepcionados por el acondicionamiento de los canales anunciados a finales de este verano mediante paneles.
Explican que en la zona de La Cabrera, entre las poblaciones de Corporales, Saceda, Castrillo de Cabrera y Odollo, han aparecido en la carretera carteles indicativos, señalizando una ruta de senderismo que discurre por algunos de los canales romanos y que comunican también los pueblos de la zona; lo que ha animado a la gente a realizar el recorrido señalizado y poder conocer los restos de los canales.
“La sorpresa al internarse en algunos tramos de la ruta, no puede ser más decepcionante, con zonas sin desbrozar, tramos encharcados y ausencia de señalización en el recorrido”, explican. “No puede ser que en una ruta recién señalizada, y que consideramos que inaugurábamos, se te enganchen las zarzas al pantalón, no haya desagües en las zonas encharcadas; teniendo que saltar entre piedras para poder pasar y que te pierdas por ausencia de señalización en algunos tramos del recorrido”.
“Te sales del sendero al menor descuido y tienes que retroceder una y otra vez hasta encontrar el camino correcto”. En algunos tramos la ruta, explican, esta se interrumpe, y “deja de existir, tienes que recurrir a la carretera para continuar en la dirección escogida”.
Este grupo de excursionistas asegura que se perdió en su recorrido en varios puntos, pasando el segundo arroyo de Castrillo de Cabrera, al intentar enlazar con la localidad de Odollo y antes de llegar a un arroyo en dirección de la Ermita de la Virgen del Valle. “Entre los tramos de las localidades de Castrillo de Cabrera y la Ermita de la Virgen del Valle, lo único favorable que nos hemos encontrado es la instalación de cuatro pasos de madera, que sí permiten el cruce de los cauces sin ningún tipo de riesgo para las personas”.
Se desconoce si las obras ya están terminadas definitivamente parece que están a la espera de una supervisión, pero las impresiones no son buenas y puede que la empresa las considere terminadas.
La colocación de paneles informativos, la señalización mediante la utilización de piedras unas encima de otras, en algunos cruces, parecen evidenciar que no se van a colocar señales indicativas, apuntan, desconociendo si las obras anunciadas para acondicionar estos canales están concluidas.
“El acondicionamiento de la base del sendero en algunos tramos, evidencian también que los obreros pasaron por allí y no realizaron desbroce alguno, por tanto, sospechamos que la empresa adjudicataria considera la obra como terminada, algo que no debe consentirse y origina indignación”, advierten. “Este tipo de obras sin acceso rodados, son difíciles de controlar por el supervisor y director de la obra, porque hay que caminar kilómetros y kilómetros a pie, para comprobar su adecuada ejecución, pero… ¡para eso estamos nosotros!, y la denuncia pública puede ser la única opción de evitar la picaresca de las empresas”, justifican.