El acceso a Espanillo, localidad del municipio berciano de Arganza, con una veintena de vecinos, ha amanecido con un desprendimiento de rocas importante que impide el tránsito viario con normalidad.
Las lluvias de los últimos día han hecho que las piedras se cayeran al vial provocando el corte de un carril.
El desprendimiento se encuentra en el boquete, en plena carretera, una zona complicada para la que el alcalde, Javier Ovalle pide atención "pedimos que se estudie una solución para que no se produzcan más desprendimientos". Y es que, no es la primera vez. De hecho, la lucha de los vecinos de Espanillo y San Vicente ha sido el arreglo de la conexión hacia Vega de Espinareda. se hizo un tramo desde esa población, pero Ovalle apunta que se efectuó con zahorra y hay dificultades para atravesarlo en inivierno. Se suma además, que el vial entre Espanillo y San Vicente se inunda en época de crecidas, una situación que ya denunciaron el año pasado a Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, cuando se produjo, pero que llegó a dejar aislados a varias casas de turismo rural.
Ahora, la Guardia Civil ya ha sido avisada de este desprendimiento para que se produzca su señalización y tendrá que ser Diputación de León, como propietaria del vial, la que se encargue de su reparación, algo que Ovalle espera que se haga de forma inmediata para evitar peligros para los 12 vecinos de Espanillo y los 4 de San Vicente que viven en estos pueblos todo el año.