Este 6 de febrero se cumplen dos meses de la desaparición de Alberto de Caso, el hombre de 73 años que ese día salía de su casa a eso de las doce de la mañana y se le perdía la pista. Nunca más se le volvió a ver y eso que, en las primeras semanas, se pusieron todos los medios posibles para localizarlo. Salidas de voluntarios, patrullas caninas, incluso helicópteros estuvieron intentando desvelar el misterio de su paradero sin localizarlo.
Cada día pasaban las mañanas peinando la zona por la que él solí pasear, desde Rimor a Ferradillo, incluso se hizo el camino contrario, hacia el Pajariel, pero ni rastro del hombre "es como si se lo hubiera tragado la tierra", dice un participante en las batidas.
Pasados dos meses, ya no se habla de la desaparición si quiera. El concejal de Seguridad, Carlos Cortina aseguraba que no había nada nuevo, sin más. La plataforma Adonay de desaparecidos ha colgado su fotografía y características para que el caso no se olvide, pero sigue sin saberse nada de él.
Alberto vestía pantalón de chandal gris, una chaqueta de forro polar marrón y botas tipo katiuskas. Mide 1,65, pesa 60 kilos y es de complexión normal, con cabello canoso, calvicie parcial y ojos marrones.